Desfogarse en un circuito de velocidad es una de las actividades más satisfactorias y recomendables que podemos hacer con nuestra moto. Algo que nos permitirá exprimir todo el potencial de nuestra fiel compañera, sin preocuparnos por infringir los restrictivos límites de velocidad y minimizando los riesgos que supone circular por carretera. Una diversión para la que, gracias al evolucionado equipamiento de las motos actuales, no necesitamos una moto con una preparación especial y que podremos disfrutar con una moto de estricta serie, aunque no se trate de una deportiva desde el punto de vista más purista.

Escarbando en el segmento naked podemos encontrar un buen puñado de modelos muy apropiados para estos diabólicos menesteres. Radicales deportivas desprovistas de carenado, listas para salir a pista a enfrentarse contra el crono. Motos con unas prestaciones de infarto, componentes de primer nivel, electrónica de última generación y una facilidad de adaptación a cualquier medio que nos permitirán rodar a un ritmo endiablado en circuito, y disfrutar de nuestra moto el resto de la semana, sin sufrir las exigencias de una RR.

Quizás la ausencia de protección aerodinámica pueda resultarnos un handicap si sales a la caza de la máxima velocidad en las rectas. Pero si lo que buscas son sensaciones fuertes apurando frenadas y retorciendo el puño del acelerador sin compasión, mientras sientes derrapar levemente tu rueda trasera -viéndote como un auténtico piloto de MotoGP -, cualquiera de las motos que a continuación os presentamos os harán disfrutar como niños. Las potencias van desde los controlables 114 CV hasta los desbordantes 208 CV, pero te aseguramos que con todas harás disparar la producción de serotonina en cuanto salgas a pista.

Aprilia Tuono V4 1100 Factory

Las Tuono V4 son las representantes “desnudas” de mayor cilindrada del fabricante de Noale. Nacidas al abrigo de la evolucionada RSV4, aprovechándose de toda la experiencia adquirida en su participación en el Mundial de MotoGP. Desdoblada en dos versiones, la Tuono V4 1100 Factory es -ahora más que nunca- la opción más deportiva, con la versión estándar defendiendo un concepto más turístico. Además de una electrónica soberbia, difícil de igualar, gestionada desde la nueva ECU Magneti-Marelli 11MP y en la que el completísimo paquete APRC (Aprilia Performance Ride Control) proporciona: 8 modos de control de tracción, control de salidas y anti wheelie en tres niveles, sistema RLM que evita que levantemos la rueda trasera en las frenadas, ABS en curva… Y otros detallitos, como el quickshifter bidireccional, el modo Race entre sus tres opciones de entrega de potencia o el “pit limiter”, que no pueden ocultar el enfoque racing de esta imponente naked. Todo un despliegue de tecnología para domar los 175 CV que nos ofrece su V4 a 65º, con algo más de capacidad que el de la SBK, pero igualmente asistido por un chasis doble viga en aluminio, un basculante de aluminio con refuerzo inferior (inspirándose en la RS-GP) frenos Brembo con pinzas monobloque M50 y un equipo de suspensiones electrónicas Öhlins, que la distinguen de la Tuono V4 “básica”.

A pesar de que no sea la más potente de la selección, puede que sea la rival a batir gracias a su alto grado de especialización a nivel de ciclística y electrónica, combinadas con un motor especial y demoledor en la parte alta del cuentarrevoluciones. Un auténtico desafío para cualquier piloto que desee sacar partido a su lado más extremo.

BMW S 1000 R

La última evolución de la maxinaked bávara se beneficia de la actualización de su propulsor y chasis Flex Frame,a-hora más livianos- acercándose aún más a la S 1000 RR de la que deriva. La naked más radical en la oferta del fabricante alemán, con algo menos de potencia que la primigenia superbike (ahora sustituida por la M 1000 RR), pero beneficiada por algunos elementos de esta, como la IMU de 6 ejes Bosch encargada de gestionar su paquete de ayudas -control de tracción dinámico, ABS Pro, tres modos de conducción (Rain, Road y Dynamic), Hillstar control...- y su moderna pantalla TFT de 6’5” a todo color con opciones de conectividad. Con detalles como el Launch control, Pit limiter o elementos como el asistente de cambio Pro HP (quickshifter bidireccional), modos de conducción Pro o el control dinámico de tracción DTC -disponibles como opción en el paquete deportivo- una muestra de sus serias inclinaciones racing. Una S 1000 R con un comportamiento igual de contundente que siempre, pero más lineal, gracias a la optimización de la entrega de su propulsor a medio régimen. Más ligera, estrecha y dinámica y con un look alineado con su compañera carenada.

La S 1000 R goza de todo lo necesario para ser verdaderamente excitante a los mandos, pese a no heredar (de serie) todo el equipamiento que adorna a su hermana con semimanillares y carenado, la S 1000 RR. Aún así, gracias a la actualización de su propulsor y parte ciclo y a su drástica reducción de peso es una herramienta absolutamente eficaz en circuito.

Ducati Hypermotard 950 SP

La Hypermotard 950 SP es una naked con aire de supermotard, dispuesta a poner en aprietos a más de una R. Equipada con el Testastretta 11º de 937 cc (Euro5) y beneficiada por la habitual armonía entre su bicilíndrico en L y el clásico Trellis boloñés, es la única de este listado accesible a usuarios con licencia A2. Siendo la SP la que cuenta con un equipamiento más exclusivo, con detalles como el quickshifter, el equipo de suspensiones sueco totalmente regulable (Öhlins), las llantas Marchesini, unos pegajosos Pirelli Supercorsa SP o el uso de la fibra de carbono en algunos elementos -gracias a lo que reduce 2 kg de peso frente al modelo estándar- nos da una pista sobre el carácter más radical de esta SP. Con la que no te dolerán prendas en desafiar a deportivas consolidadas, favorecido por la asistencia de su evolucionada electrónica (IMU de 6 ejes) y su manillar alto, que nos coloca levemente sobre el tren delantero animándonos a practicar un pilotaje extremo en las zonas más reviradas.

A pesar de ser la menos potente de la selección os aseguramos que en circuito esta versión SP se rebela como una moto rápida y correosa que hace valer su agilidad para imponer mucha diversión a los mandos. Más sencilla en cuanto a electrónica pero más barata que muchas de las aquí presentes, es una opción para mentes inquietas que no valoren las comodidades de una naked convencional.

Ducati Streetfighter V4 S

Como no podía ser de otra manera la Streetfighter se apunta a la efectividad del V4 de la Panigale, para convertirse en la más extrema de las naked de Ducati. Los 208 CV que rinde la versión “descafeinada” del Desmosedici Stradale la sitúan a la cabeza en este apartado -junto con la MV Agusta Brutale 1000 RR- y son la carta de presentación de una moto que encuentra en los circuitos su verdadera razón de ser. Con una ciclística heredada directamente de la superbike: chasis de aluminio front frame, un equipo de frenos Brembo con unas potentes M4.30 Stylema y unas suspensiones electrónicas Öhlins (exclusivas de la versión S).Así como una electrónica de altísimo nivel, con una IMU de 6 ejes que gestiona el control de tracción, derrapaje, anti-wheelie, freno motor…Una “mala bestia” a la que Ducati ha creído conveniente equipar con unas alas, algo que introdujo en el segmento y a lo que poco a poco se van apuntando más modelos, que además de acentuar su imagen amenazadora mejoran su estabilidad en cualquier situación.

La irrupción de esta Streetfighter ha supuesto un antes y después en el segmento, tanto por la desmedida potencia de su propulsor, concepto radical como por su precio algo elevado (situándose en el top3 de esta selección), lo que la convierte en preciado objeto de deseo solo apto para amantes de las sensaciones fuertes.

Honda CB1000R

Con una imagen totalmente opuesta al resto de competidoras la CB1000R irrumpió en el catálogo Honda en 2018, introduciendo el concepto Neo Sports Cafe y mejorando considerablemente las cualidades de la versión anterior de inclinaciones street fighter. Con un motor derivado directamente de la CBR1000RR SP de 2017, adaptado para mejorar su respuesta a medio régimen -permitiéndole superarla en aceleración hasta los 130 km/h- y una parte ciclo con un chasis más ligero y un equipo de suspensiones Showa (con una horquilla SFF-BP), la CB1000R se beneficia además de parte de la electrónica de la superbike. Convirtiéndose en un modelo más evolucionado que su predecesora: acelerador electrónico, 3 modos de conducción, control de tracción (HSTC) y control de freno motor (EB); a los que hay que sumar el cambio rápido sin embrague (quickshifter). La última evolución exhibe una imagen más compacta y agresiva y se acompaña de una nueva versión Black Edition completamente decorada en color negro.

Quizás por su imagen de cafe racer y su peso, ligeramente por encima de su competencia, podríamos poner en duda sus capacidades circuiteras. Pero sin embargo la CB1000R cuenta con otros argumentos apoyados en, las aceleraciones de infarto que le otorga su herencia superbike y en su concepto menos radical, que le permitirán adaptarse fácilmente a otros entornos tras abandonar las exigencias del circuito.

Kawasaki Z H2

Kawasaki desafía a las naked más poderosas con esta vibrante H2, una garantía de sensaciones muy fuertes a ritmo de motor sobrealimementado capaz de tentar a los más osados con unos imponentes 200 CV en el puño derecho. Y para disfrutar de su salvaje concepto está dotada de una electrónica de primer nivel gestionada por una plataforma inercial IUM de Bosch: tres modos de entrega de potencia, cuatro modos de conducción (con uno totalmente configurable por el usuario), control de tracción, anti-caballito, asistente para entrada en curva o frenada inteligente son algunas de las ayudas a la conducción que hacen de la H2 una eficaz arma, tanto dentro como fuera del circuito. La parte ciclo está a la altura de este planteamiento tan ambicioso y por eso encontramos elementos de altas especificaciones, tanto en los frenos como en las suspensiones. Una vanguardista pantalla TFT a todo color con conectividad gracias a la App dedicada Rideology, pone la guinda a un paquete único en el mercado por su tipo de motor y que supone la cúspide de la aclamada familia “Z” de Kawasaki.

Su motor la convierte en algo muy exclusivo y eso crea magnetismo en torno a su figura. Aunque su peso la penaliza un poco frente la competencia, siendo la más pesada de la selección, la potencia es tanta que el piloto disfrutará de unas impetuosas prestaciones en todo momento. Es un auténtico objeto de deseo para los amantes de las naked estilo manga.

KTM 890 Duke R

Ligera, afilada y precisa como un bisturí. Así es la KTM 890 Duke R. Una moto de media cilindrada a la que puede resultar peligroso subestimar en el cuerpo a cuerpo. Apoyándose en el estilo agresivo del que siempre ha hecho gala la saga Duke, la 890 se sirve del bicilíndrico de la 790 que, convenientemente vitaminado, arroja una potencia por encima de los 120 CV combinado con un par de 99 Nm a 8.000 rpm y un comportamiento casi eléctrico. Unas cifras aderezadas con el clásico tubular de acero de KTM, las tradicionales suspensiones WP (ahora con upgrade opcional) y una evolucionada electrónica con acelerador Ride-by-Wire, control de tracción y freno motor, anti-caballito, ABS en curva, quickshifter unidireccional...y hasta una opción Track entre sus cuatro modos de conducción. Lo que unido a la ligereza del conjunto y la pareja de pegajosos Michelin Power Cup 2 que monta de serie, convierten a la Duke 890 R en una herramienta tremendamente eficaz en manos expertas.

Cuando KTM se ha decidido a atacar el segmento más extremo de las naked medias, no se ha andado por las ramas y este es el resultado, una 890 Duke R que pone el acento en una sofisticada electrónica, en un paquete ligero y que con 120 CV puede darte grandes alegrías a un precio que nos resulta bastante ajustado e interesante.

KTM 1290 Super Duke RR

Si la 1290 Super Duke R es una auténtica “Bestia” de circuito, defendiendo el espíritu Ready to Race que caracteriza a las ‘motos naranjas’, la edición limitada RR representa el cúlmen en cuanto a deportividad y exclusividad. Una moto con una producción limitada a tan solo 500 unidades, que arroja unas cifras totalmente demoledoras: 180 CV para tan solo 180 kg -la “divina” relación 1:1- y un demoledor par de 141 Nm a 7.000 rpm. Letales en manos expertas que busquen pulverizar los registros de vuelta rápida de cualquier superbike que ose plantarle cara. Unas prestaciones que llegan acompañadas de un equipamiento más especializado frente a la Super Duke R, en el que elementos como el puño rápido, el subchasis en fibra de carbono, las suspensiones WP Apex Pro, las llantas forjadas calzadas con unos Michelin Power Cup 2 o el sistema de escape Akrapovic en titanio, brillan con luz propia. La electrónica se ve también mejorada con la introducción de los modos Track y Performance, añadiéndose a los Rain, Street y Sport disponibles.

La 1290 Super Duke RR es otra de las motos de la selección que marca territorio con un diseño personalísimo al que acompaña lo mejor que ha podido encontrar KTM a todos los niveles para crear una moto difícil de batir, dentro y fuera de la pista. La potencia y la configuración del motor son claves en su salvaje carácter.

MV Agusta Brutale 1000 RR

Entre la exquisita oferta del fabricante de Varese la Brutale 1000 RR representa el sumum en cuanto a exclusividad y concepto radical. Una naked que apabulla al resto de contrincantes con los 208 CV (los mismos que la Ducati Streetfighter) que rinde su 4 cilindros y los 186 Kg que declara sobre la báscula. Chasis de estructura tubular (Trellis) en acero, basculante monobrazo de aluminio, así como componentes premium de las mejores marcas adornan a esta Brutale. Suspensiones Öhlins con una horquilla NIX EC de 43 mm y un TTX36 detrás, y frenos Brembo con unas potentes pinzas Stylema delante asistidos por un ABS Continental MK100 con sensor de inclinación. Además de una electrónica de alto nivel, para gestionar todo el poderío de esa brutal naked -modos de conducción, cuatro niveles de control de par, control de tracción en ocho niveles, anti-wheelie, launch control, sistema de elevación de la rueda trasera, quickshifter…- la Brutale 1000 RR se apunta a la tendencia de incorporar unas aerodinámicas alas para aumentar la carga aerodinámica de su tren delantero y mejorar su estabilidad.

La más cara de esta selección y empatada en potencia con la Ducati Streetfighter S (aunque con una relación peso potencia ligeramente superior), la MV Agusta demuestra el increíble potencial de la firma italiana fabricando verdaderas motos de ensueño; muy evolucionadas mecánicamente y con unos diseños que las convierten en imán para todas las miradas.

Suzuki GSX-S1000

A causa de la profunda renovación efectuada el el modelo en 2021, la GSX-S1000 se mete de lleno en este selecto grupo, avalada por un motor más potente y eficiente y un paquete electrónico más evolucionado que la versión anterior. Junto a una imagen vanguardista, más agresiva -inspirada en la GSX-RR de MotoGP-que nos recuerda a un avión de combate. Además de los 5 CV más que han exprimido a su poderoso ‘tetra’ de 999 cc (elevando la potencia hasta los 152 CV a 11.000 rpm), la nueva versión estrena el Sistema de Conducción Inteligente de Suzuki (S.I.R.S.) que incorpora: acelerador electrónico “Ride-by-Wire”, 3 modos de conducción (SDMS), control de tracción, quickshifter bidireccional… aparte del sistema de arranque fácil, sistema de asistencia a bajas rpm y el obligatorio ABS. Confiando en su parte ciclo en material heredado directamente de la superbike de Hamamatsu (GSX-R1000), como nos revela su doble viga de aluminio. Material KYB en las suspensiones, junto a una efectiva combinación Brembo/Nissin en la frenada completan la dotación de la nueva edición de esta maxinaked que calza unos Dunlop Sportmax Roadsport2 en sus llantas de seis brazos.

Suzuki se desmarca de la competencia poniendo en escena su renovada naked ‘de litro’ que, si bien prescinde de algunos elementos presentes en el resto de modelos -véase, plataforma inercial- ofrece un conjunto muy equilibrado gracias a una potencia muy racional y una parte ciclo muy efectiva. Una naked con carácter suficiente para hacernos disfrutar de lo lindo enlazando curvas en un circuito, a un precio muy competitivo.

Triumph Street Triple RS

La versión RS se posiciona como la punta de lanza de las Street Triple y la más potente de la saga. Tanto es así, que su rabioso 3 cilindros de 765 cc ha sido el elegido para hacer volar a la Daytona 765 Moto2 LE y actualmente está haciendo lo propio en la categoría Supersport del BSB. Un motor muy lleno en toda la franja de revoluciones asistido por un evolucionado equipamiento, propio de motos de mayor cilindrada. Además de los cinco modos de conducción, el embrague anti-rebote, el control de tracción o el cambio rápido, la Street Triple RS presume de un equipo de suspensiones de mayor calidad, con una horquilla Showa BFP y un amortiguador Öhlins STX40, que la sitúan a un nivel superior en un intensivo uso “circuitero”, donde también se agradecen sus gomas Pirelli Diablo Supercorsa V3. También contribuyen a las buenas sensaciones la efectividad de su chasis doble viga de aluminio, con acabado en color titanio, o su soberbio material en la frenada firmado por Brembo.

La Street Triple es otra de las opciones para aquellos que buscan algo radical y con un toque de exclusividad pero no quieren desembolsar cifras muy elevadas. Y en ese terreno la versión RS es la referencia con una dotación general de mucha calidad, un motor competente y un comportamiento preciso que la hacen muy interesante. 

Triumph Speed Triple 1200 RS

Al mando de la oferta naked de Hinckley nos topamos con la renovada Speed Triple 1200 RS. Un modelo icónico en la historia del fabricante que en esta, su última evolución, se reinventa por completo para mirar cara a cara a las principales representantes del segmento. Su tricilíndrico rinde ahora 30 CV más que su predecesora (180 CV a 10.750 rpm) y el conjunto reduce su peso 10 Kg. Puro músculo británico a disposición de aquellos que quieran ponerla a prueba en los circuitos más revirados. Una Speed Triple infinitamente más avanzada tecnológicamente -control de tracción y ABS con asistencia en curvas, cinco modos de conducción (Rain, Road, Sport, Track y Rider) con un modo Track mejorado, Triumph Shift Assist (quikshifter bidireccional)...- y con una ciclística que estrena un nuevo chasis de aluminio, suspensiones suecas Öhlins NIX30/ TTX36, material Brembo en la frena con una potentes pinzas radiales monobloque Stylema y unos “ultra adherentes” neumáticos Metzeler Racetec RR.

Sin ninguna duda Triumph ha dado un salto exponencial con la última generación de la Speed Triple, para mantener viva la llama de tan insigne estirpe. Una moto con un comportamiento superlativo, que al entrar en circuito demuestra con creces todo su potencial, evidenciando que es una auténtica superbike con manillar alto.

Yamaha MT-09 SP

La edición más exclusiva de la MT-09 es esta SP que, junto a una decoración diferente, introduce ligeras mejoras en el equipo de suspensiones -amortiguador Öhlins y una horquilla KYB de 41 mm totalmente ajustable- que la colocan en otro nivel en conducción deportiva frente a la versión básica. Un modelo cuyo principal atractivo se esconde en el sobresaliente rendimiento de su propulsor 3 cilindros y 889 cc, con configuración “crossplane”, que combinado con la ligereza del conjunto y una ciclística a la altura convierten a la MT-09 en “un hueso duro de roer” en el cuerpo a cuerpo. Un buen comportamiento al que también contribuyen las ayudas a la conducción que ofrece: control de tracción, tres modos de conducción, embrague anti-rebote y el quickshifter, un elemento que se ha convertido en imprescindible a la hora de rodar al máximo nivel en un circuito.

Las suspensiones son las que han metido a esta MT-09 SP en este selecto grupo en el que es indudablemente una de las motos más básicas, pero también juega la baza del precio; es la más barata y eso no le impide ofrecer un comportamiento deportivo lo suficientemente serio como para plantarla en un circuito y exprimirla al límite sin ser tan exigente con el piloto.

Yamaha MT-10 SP

Con una imagen agresiva y futurista propia de un implacable robot de película de ciencia ficción, la MT-10 SP es la representante más radical en las filas de la familia “Master of Torque” de Yamaha. Equipada con un propulsor “crossplane” derivado directamente del utilizado en la YZF-R1 -de la que también hereda el bastidor -y convenientemente actualizado para mejorar la respuesta a bajo y medio régimen- la MT-10 SP se revela como un arma colosal para un uso intensivo en circuito. Gracias, en gran parte a una ligereza y manejabilidad que a priori no encajan con su contundente aspecto. Con un paquete electrónico en la línea de la superbike (cambio rápido sin embrague, control de tracción, cruise control…), la principal ventaja de la SP frente a la versión básica y la Tourer, radica en uso de suspensiones electrónicas firmadas por Öhlins, que mejoran exponencialmente el comportamiento de esta bestia en un uso racing.

La MT-10 SP sube el nivel de la saga MT al máximo pero aún así no está entre las más punteras, ni atendiendo al peso ni tampoco a la potencia. Aún así, tanto el bloque motor como la parte ciclo están destinados a paladares exigentes y permiten practicar una conducción muy efectiva, tanto en circuito como en carretera. La instrumentación se queda algo desfasada respecto a la competencia más actual.