El PuntApunta es uno de esos eventos que enganchan, y lo hace por muchos motivos. Por su formato, por su ambiente, por su organización y, sobre todo, porque está enfocado a los amantes de montar en moto durante muchos kilómetros por paisajes increíbles. Para los que no lo conozcáis, es una ruta organizada por BMW -abierta a motos de cualquier marca- que consiste en coger agua en algún mar que baña la Península para depositarla en otro. Cada año -van ocho ediciones- el recorrido varía, lo que permite ir conociendo los fabulosos rincones que esconde nuestro país ya que el recorrido discurre principalmente por carreteras comarcales.

Hasta la llegada del maldito COVID, se citaba a todos los participantes en las mismas fechas para llevar a cabo “juntos” esta travesía durante las tres jornadas de ruta que marca la organización. En los últimos años, unas 750 motos llevaban a cabo una peregrinación singular de la que tuve ocasión de disfrutar en 2018 y que me dejó marcado para siempre. En 2019 repitió mi compañero Jorge, cuyo carácter más deportivo que viajero no le impidión retornar a casa completamente convencido de haber descubierto una faceta rutera en su interior que desconocía.

Para esta edición, y por aquello de evitar grandes aglomeraciones, BMW propone que cada uno disfrute de la ruta cuando mejor le venga, eso sí, con unas fechas marcadas -hasta el 10 de octubre- para poder recibir el certicado de haber completado con éxito el recorrido. Previamente hay que inscribirse en la web oficial del PuntApunta, que te permitirá después recoger el kit de bienvenida que incluye el bote para cargar el agua del mar y el “roadbook” en papel o en formato gpx para navegador con el que seguir la ruta marcada. Además, se incluye la entrada al portal web específico donde colgar las fotos que verifican que se ha seguido el recorrido al completo y que nos valdrá para recibir el correspondiente certificado.

Para la edición 2021, la organización había previsto la salida en la ciudad gaditana de Algeciras y la meta en la castellonense de Peñíscola. Entre medias, una primera parada en Jaén y otra en Playa de San Juan. Cada una de estas tres etapas suponen alrededor de 500 km con un tiempo estimado, según el navegador, de entre 9 y 10 horas de moto, sin contar paradas. Y es que analizando un poco la ruta se aprecia que apenas se siguen carreteras principales, dominando totalmente los trazados sinuosos.

Otro de los atractivos del PuntApunta es que el viaje hasta el punto de salida y la vuelta a casa desde la meta -si es que te quedan fuerzas y ganas- es parte igualmente de esta aventura y tiene igualmente su atractivo. El trayecto hasta Algeciras lo realicé por carreteras nacionales en línea recta desde Madrid, mientras que la vuelta lo llevé a cabo por autopista pues tenía que estar pronto en casa y no era cuestión de enredarse de nuevo en vías secundarias.

Para que no nos sintiésemos solos en esta ocasión, BMW reunió a algunos periodistas para que fuésemos agrupados y además contamos con un guía de lujo: Toni, de Hummer Raid, que es quien se encarga de diseñar las rutas del PuntApunta.

Etapa 1. Algeciras-Jaén

Tras unos primeros kilómetros por autopista y carretera nacional para poder salir de la ciudad de Algeciras, enseguida comenzamos a rodar por carreteras más estrechas y plagadas de paisajes de sierra. Los más bellos en mi opinión los que nos encontramos al cruzar por la Serranía de Ronda, la Sierra de los Alcornocales -que no conocía- y la Sierra de las Nieves, que supuso nuestra parada de mitad de jornada para comer. La combinación de pueblos blancos, con bosques de todo tipo y los desfiladeros son su principal atractivo.

Mis recomendaciones para esta primera jornada es madrugar y evitar las horas de mayor calor, además de tener mucho cuidado con el asfalto pues resulta muy resbaladizo y es fácil llevarse algún susto a la hora de frenar. Hay muy poco tráfico en general, salvo en zonas muy turísticas -zona de caminito del Rey -cerca de Antequera-. Hay que poner especial cuidado porque algunos de los pocos coches que te encuentras son de reparto y a veces circulan muy rápido. Merece la pena pararse en los distintos miradores, aunque las paradas frecuentes hacen que el tiempo pase volando y no es cuestión de ir acumulando cansancio de forma gratuita.

Etapa 2. Jaén-Playa de San Juan

El paisaje cambia en esta segunda jornada, en la que pasas gran parte del día disfrutando del aroma del aceite y de los campos de cultivo. De hecho, casi toda el día te encuentras circulando por las sierras de Cazorla, Segura y de la Sagra, y culminando una gran jornada en el Puerto de la Carrasqueta.

De nuevo, carreteras con poco tráfico salvo en algunos puntos de Cazorla -zonas de acampada- y llegando a la costa, en donde hay que extremar la precaución. Una vez se sale de Andalucía el asfalto ofrece un mayor agarre pero no hay que confiarse porque se cruzan numerosas zonas de caza. Atentos a las primeras y últimas horas del día en las que los animales salvajes están más activos.

Los infinitos campos de olivos te van a ir acompañando a lo largo de casi toda la jornada, cruzando pueblos en los que parece que el tiempo se detuvo hace tiempo y en los que podrás darte un buen homenaje en modo de almuerzo en cualquier momento. Vigila la autonomía para no ir apurado pues pueden pasar muchos kilómetros sin encontrar una gasolinera. Del mismo modo te aconsejo llevar siempre una botella de agua en la maleta para refrescarte en cada parada.

Etapa 3. Playa de San Juan-Peñíscola

Nos vamos hacia el interior para circular en paralelo a la costa en una ruta plagada de curvas sólo interrumpida al cruzar algunas poblaciones de mayor tamaño, como Játiva. Pero el primer y último tercio de etapa son memorables, de lo más bonito que he visto en todo el viaje, especialmente las sierras de Espadán y la Sierra del Ave.

Los aspectos a tener en cuenta en esta segunda etapa son los ciclistas y el cruce de pueblos y ciudades con más densidad de población. Pero en especial, los primeros, que aunque son fáciles de adelantar hay que tener cuidado en las curvas más cerradas de los puertos en los que apenas se ve lo que viene a continuación.

Hay que prestar atención de nuevo al reloj porque la jornada es muy intensa y el tiempo pasa volando. Por otro lado, en algunos momentos se sube notablemente de altura, por lo que puede haber cambios importantes de temperatura e incluso encontrar una climatología cambiante.

Recomendaciones moto

Como indicaba al inicio, el PuntApunta no es excluyente en cuanto al tipo de moto a utilizar. Se permiten monturas de cualquier marca, tipo y cilindrada, de hecho en mi anterior participación lo hice a los mandos de una F 800 R, una naked que no fue diseñada para este tipo de prácticas ni mucho menos.

Lo que está claro es que hay motos más indicadas para disfrutar con comodidad de un evento así, como una trail o una turismo. La cilindrada da un poco igual, pues las medias que se marcan apenas alcanzan los 60 km/h, es decir, que con una 500 cc para el A2 se puede realizar sin forzar la máquina. Ahora bien, hay que pensar en varios aspectos. Primero, para llegar al punto de partida o para regresar a casa es posible que requieras de un largo peregrinaje que te obligue a hacer muchos kilómetros por autopista, en donde un motor grande va a ser de gran ayuda. Por otro, la autonomía de una moto de gran envergadura es un plus pues de hecho en este viaje nos encontramos una gasolinera cerrada en el lugar donde teníamos previsto parar y nos obligó a realizar un trayecto extra nada agradable visualizando el autonomía 0 km del ordenador de a bordo durante 15 km. Cierto es que fue por un exceso de confianza y no volvimos a pasar por ese trance en el resto del viaje.

Tercero, que sea una moto cómoda en ergonomía, que permita llevar la espalda erguida y con la piernas no demasiado flexionadas, y con un asiento a prueba de kilómetros para que el culo no se resienta en exceso. La protección aerodinámica no es especialmente determinante pues las velocidades que se alcanzan no son elevadas. En cambio, las suspensiones de mayor recorrido de una trail son mano de santo cuando circulamos por carreteras de tercer nivel, normalmente más bacheadas que las de primer orden.

Y, por último, es importante una buena capacidad de carga. Es una ruta para varios días en los que el tiempo puede ser muy cambiante. Además, conviene tener a mano, además del chubasquero, guantes de recambio, una segunda capa por si baja la temperatura, agua…

Para esta edición me decidí por la R 1250 GS, una montura que había probado relativamente hacía poco y que me parece ideal para un plan de este calibre. Reúne todos los puntos que he remarcado anteriormente, especialmente el del confort. Cada día he llegado al hotel más o menos fresco a pesar de las interminables jornadas de ruta, y eso que opté por un asiento bajo para llegar mejor al suelo. A este ritmo al que hemos rodado he podido mantener unas autonomías superiores a los 330 km, lo que no está nada mal. Por otro lado, con el sistema Connected Ride se puede ir siguiendo las indicaciones marcadas por la organización a través de su pantalla TFT si previamente nos hemos bajado las rutas en el smartphone, sin necesidad de utilizar un navegador aparte.

En definitiva, te animo a que te apuntes para disfrutar de esta experiencia, que no hace falta que lo hagas en tres días, puedes hacerlo de sobra en tres fines de semana, partiendo cada día de ruta en dos y saborear de esta manera cada uno de los sitios por donde discurre el PuntApunta.