Entramos en terreno desconocido, ya que nunca en mi vida había hecho un curso de este tipo, en el que te tienes que enfrentar a una situación límite aunque sea de forma simulada. Y eso puede darse en cualquier momento, incluyendo cuando montamos en moto. Aunque estemos todo el día subidos en ella y sabemos los peligros que conlleva, no es algo que deseemos tener presente. Pero hay un riesgo evidente que está ahí y es mejor tener unas nociones básicas de cómo actuar, que carecer herramienta ninguna que nos pueda ayudar a marcar la diferencia llegado el momento. Por eso, esta puede ser una formación de vida.
Honda y su apuesta constante por la seguridad
Honda es una marca que siempre ha apostado muy fuerte por la seguridad y, de hecho, en España es la única que tiene un centro como el HIS (Instituto de Seguridad Honda). Ya hemos asistido allí a algún curso de conducción para demostrarnos que siempre se puede aprender algo más y reforzar nuestras destrezas para contar con una mayor seguridad a los mandos. Y esta vez nos ha convocado para recibir una formación teórico-práctica de la mano de Rescue Bike. Esta dinámica y pionera organización sin ánimo de lucro tiene como objetivo dar visibilidad, concienciar y formar en materia de primeros auxilios, ofreciendo soporte vital básico para que las personas sepan cómo responder ante situaciones de emergencias médicas. Y además tienen una pasión por las motos que les ha llevado a orientar de forma específica sus concimientos al entorno motorista. Pertenecen a “Stop the Bleed”, un programa que anima a las personas a recibir capacitación, equipamiento y poder para ayudar en una emergencia sangrante antes de que llegue la ayuda profesional.
Y en Honda han visto muy oportuno de incorporarlo al catálogo de formaciones que ofrecen, dándonos la oportunidad de realizarlo y llevarnos nuestro diploma, y lo más importante; la experiencia y el conocimiento que lleva implícito.
Así que me desplacé de buena mañana a Barcelona a las instalaciones del HIS, en Santa Pertetua de Moguda, para vivir un día de gran aprendizaje gracias a la intensa vivencia de cuatro horas que es lo que iba a durar el curso, aunque el que impartirán a la gente que esté interesada es de 6 horas, constando de cuatro horas presenciales y dos virtuales. El precio es de 60 €.
Teoría y protocolos de actuación
La primera parte era teórica y es cuando iba a tomar conciencia de que me enfrentaba a algo totalmente nuevo y que en el fondo removía un poco mis pensamientos, pues procuro no imaginar nada que tenga que ver con accidentes de moto. Pero la realidad es otra, y Jorge Martín, CEO de la compañía, y el encargado de llevar el hilo conductor del curso junto a su compañero “Pepe RC30”, transmitían con mucha naturalidad y diligencia el delicado contexto donde se mueve el curso.
Incluso, nos dieron unas pautas muy interesantes que consisten en un protocolo inicial cuando se produce un accidente en el que hay que actuar rápido y teniendo muy claras las prioridades. Es decir, llamar a emergencias es lo primero que debemos hacer porque son los que realmente pueden atender de forma profesional. ¿Pero qué sucede en el que caso de que al llegar el lugar del siniestro nos encontremos con una hemorragia masiva? Que además es la primera causa de fallecimiento evitable en el mundo. Ahí entrarían en juego ya las primera enseñanzas. Y es que lo primero sería tratar de contenerla porque es menos de un minuto se puede perder una vida. Esto obliga a hacer primero un torquiquete y para eso hay que saber hacerlo, algo que abordaríamos posteriormente en la parte práctica. Por lo tanto, esto muestra que la actuación correcta necesita tener claro qué debemos tratar de hacer a pesar de que la situación sea extrema.
Lo cierto es que Jorge expresaba muy bien en todo momento la importancia de poseer conocimiento, destreza y material para poder actuar. Y es que un elemento que todos deberíamos tener con nosotros es un IFAK (Individual First Aid Kit). Esta pequeña bolsa que debemos llevar muy al alcance de la mano lleva pocos elementos pero cruciales para una actuación de este tipo, ya que habrá un torniquete homologado, una venda israelí y apósitos hemostáticos, entre otras cosas.
Otra de las claves a la hora de prestar ayuda y que a pesar de ser obvia, muchas veces se descuida por la tensión del momento, es la seguridad de la persona que va a socorrer a otra. Solo debemos ayudar si es seguro hacerlo y para eso debemos señalizar y proteger en la medida de lo posible el lugar del accidente. Y si la situación cambia y se vuelve peligrosa, tenemos que ponernos a salvo y tratar de hacer lo mismo con el accidentado hasta que lleguen los servicios médicos de urgencia.
Un aspecto que nos comentaron y del que no tenía certeza alguna, es que actuar para tratar de salvar a alguien jamás puede implicar ninguna consecuencia legal, aunque por desconocimiento hayamos hecho algo mal que por desgracia pueda empeorar a la víctima. La buena fe siempre nos va a proteger. Lo que jamás podemos hacer es es omitir nuestro deber de auxilio. Eso sí podría tener repercusiones legales.
Practicando los primeros auxilios
Y tras haber asimilado estos y otros conceptos de primeros auxilios, fuimos a las pistas exteriores para ponerlos en práctica. Torniquetes, empaquetados, maniobras, reanimación (RCP) y postura lateral de seguridad (PLS) iban a tomar ahora el protagonismo.
Para ellos contaban con maniquíes y con algo que impresionaba mucho: unas figuras de látex que simulaban con total realismo miembros del cuerpo amputados gracias a que además contaban con un líquido rojo parecido a la sangre. Da respeto aunque no sean de verdad pero nos tuvimos que poner manos a la obra. Nos enseñaron cómo cortar una hemorragia masiva por presión con una venda, ya que requiere una técnica concreta.
Despues comenzamos con los torniquetes: cómo funcionan, cómo se aplican y todos los detalles que una acción tan extrema lleva aparejados.
Y más tarde, con dos motos en la pista y supuesto accidente, tuvimos que realizar las maniobras de reanimación una vez que nos explicaron cómo hacerlas de forma correcta y cómo señalizar la zona para hacerlo con seguridad. También nos informaron de cómo actuar si lo que se requiere es la postura de seguridad lateral porque la mayoría de las veces es desaconsejable. Depende mucho de la situación del accidentado, al que jamás de le debe retirar el casco ni la ropa. Esta siempre se debe cortar para no exponerle a más complicaciones de las que tendría una persona que esté en esa situación tan grave.
Una valiosa lección
Realmente fueron muchos más detalles los que allí pude aprender pero quería hacerte un breve resumen para animarte. Sí, porque si de algo me di cuenta durante esa mañana es que por desgracia estas cosas pueden pasar, a nosotros o a cualquier persona. Y saber afrontarlos con entereza y diligencia puede suponer un éxito en términos de vida. Porque como ellos afirmaban: la única cosa más trágica que una muerte, es una muerte que se podía haber evitado. Y Honda hace un gran ejercicio de realidad y responsabilidad con la integración de este curso en sus formaciones para motoristas.
Personalmente, agradezco enormemente que me hayan dotado de conocimientos esenciales como ser humano y como motorista a la hora de afrontar una situación límite. Lo que me gustaría es no tener que aplicar jamás ninguna de estas enseñanzas de vida.
La primera convocatoria tendrá lugar el próximo sábado 26 de noviembre. Las inscripciones pueden realizarse a través de la página web del HIS en el siguiente enlace donde podéis ver todos los detalles que ofrece el curso. https://www.hondainstitutoseguridad.com/cursos/primeros-auxilios-para-motoristas/