Parece que no todos hemos sido víctimas de los planes de educación en este país. Gente competente y con arrojo es capaz de llevar adelante proyectos tan serios y estimulantes al tiempo como Bottpower (ver su blog), una empresa valenciana dedicada a la construcción de motos de carreras y modelos especiales, en la que trabajan dos ingenieros con muchas cosas dentro de la cabeza: David Sánchez, el fundador de la empresa, está especializado en chasis y suspensiones; mientras que Jose Manuel Contreras se encarga de hacer magia en los motores. Ambos cuentan con sobrada experiencia, y mientras que David tiene en su currículo obras como la BOTT 1000 Morlaco o la BOTT Moto2 que están desarrollando en el CEV, Jose presume de haber formado parte durante cuatro temporadas del equipo Ducati Pramac de MotoGP y también de haber estado embarcado en la categoría Moto2 del Mundial.

bott-xr-1-frontActualmente trabajan en un proyecto que se sigue con interés desde el otro lado del charco: la BOTT XR-1, un proyecto que tiene como punto de partida un motor H-D potenciado por la extinta Buell, alrededor del que se han incorporado elementos ciclísticos marca de la casa y soluciones técnicas muy interesantes. En definitiva esta empresa española está a punto de parir la deportiva v-twin que nunca se atreverá a hacer Harley Davidson… a menos que mucho cambien las cosas en Milwaukee.

Lo que desde el principio entusiasmó en todo el mundo, pese a ser un modelo virtual que vivía sólo en las pantallas de los ordenadores, comienza ya a plasmarse en una moto de verdad, de metal y grasa, y parece que la realidad no va a defraudar las expectativas creadas por la imaginación de Bottpower.

Nos desvelan la información con cuentagotas como las grandes marcas, en plan “teaser”. Pero no es como en otros casos una artificiosa estrategia de marketing sino el resultado del desarrollo en tiempo real, algo así como “hasta aquí podemos leer…” Lo que vemos por el momento tiene muy buena pinta, aunque sea solamente la tija y una horquilla invertida anclada a ella por delante de la que se ha situado un radiador de aceite realizado artesanalmente y dos ópticas situadas en posición vertical, sobre las cuales se ha instalado el clausor para la llave, que entrará por el lateral izquierdo. Sobre el conjunto, un ancho y plano manillar Easton, al estilo de las motos de “flat track”.

También conocemos ya el depósito principal, muy “XR”, pero realizado en fibra (de vidrio o de carbono, a elegir por los futuros clientes lo mismo que el colín) por Technical Composites, su proveedor de confianza en Moto2, y que estará fijado al chasis por un tornillo y tres tacos que se tragarán las bott_xr_1_render_07vibraciones. Además de este depósito, por lo que Bottpower comenta en su blog, la BOTT XR-1 dispondrá de un segundo depósito de combustible auxiliar y opcional situado por debajo del amortiguador trasero y dotado de bomba, que permitirá una capacidad total de 13 litros de gasolina.

Sólo queda esperar con impaciencia que nos vayan desvelando más cosas de este juguete, creado en Valencia por profesionales de la competición enamorados de las twin –de ahí el nombre de la empresa, en referencia a la extinta y fecunda competición Battle Of The Twins- y con tan exquisito gusto que está poniendo los dientes largos a muchos yanquis de lo más patriotas.