Las motos de antaño eran “de hierro” y sus vistosos motores atraían todas las miradas. Aquellos bastidores carecían de la rigidez de los actuales, las suspensiones castigaban al piloto y no eran tan efectivas como estamos acostumbrados; por no hablar de los frenos… Pero su carácter y personalidad “auténtica” perviven y siguen levantando pasiones entre quienes empiezan ya a estar de vuelta de las prestaciones de última generación y quieren identificarse con una estética actual en la que, curiosamente, lo clásico puede ser más “chic” que lo moderno.
Motos retro, algo más que un fenómeno
Así las cosas hace sólo unos años que dejaron de verse la mayor parte de las auténticas motos clásicas de las grandes marcas de los años 60 y 70. Igual me estoy volviendo un poco mayor pero me refiero a los años 90, cuando las motos supervivientes de los 70 todavía abundaban como fieles compañeras cotidianas. Pero no nos han abandonado: cada vez hay más “remakes”, motos recién salidas de fábrica pero que sólo son identificables a los ojos de los entendidos, y de cerca.
Es precisamente de cerca donde comenzaremos a apreciar cómo ha pasado el tiempo, para bien: frenos de disco eficaces ¡y con tacto!, horquillas de notable grosor que ni tiemblan ni se hunden, arranques eléctricos, neumáticos con anchura de verdad y no de ciclomotor.
Hagamos un repaso a las motos retro de más de 125 cc, pues las que se pueden conducir con el carnet A1 de moto y con el B de coche las hemos recopilado en este otro artículo.
Benelli Leoncino 500 Trail
En su apuesta por la estética scrambler, la mítica marca italiana recuperó uno de sus nombre míticos para dar a luz la arrebatadora Leoncino 500 Trail. Su presencia está logradísima por lo evocadora y poderosa que resulta, combinando muchos elementos vanguardistas con detalles clásicos. Destaca la calidad de su parte ciclo con una horquilla invertida así como un potente equipo de frenos Brembo con asistencia de ABS. Además monta un motor bicilíndrico de 500 cc refrigerado por agua con una potencia perfecta para los usuarios del carnet A-2: 47,6 CV. El nuevo centro de diseño CentroStile Benelli puede sentirse orgullso de esta creación porque representa como pocas motos actuales el nuevo estilo Scrambler.
Esta Leoncino 500 Trail está basada en la versión estándar, la Leoncino 500, una montura igualmente impactante en cuanto a su imagen. Esta dualidad de versión normal y Trail se desarrolla igualmente en la Leoncino 800, el modelo de mayor cilindrada en el catálogo de la marca italiana. Benelli completa así una prolífica familia que cierra por la parte baja la Leoncino 250, una moto que mantiene la esencia de las otras dos y que está enfocada a usuarios con menos pretensiones.
No podemos abandonar a Benelli sin hablar de su Imperiale 400, una auténtica clásica que conserva todos los trazos de las motos de los años 50. Es una moto muy sencilla en cuanto a sus componentes, incluido su motor refrigerado por aire y con una potencia de 20 CV.
BMW R nineT
Los germanos apostaban en 2014 por un retorno a los orígenes con el lanzamiento de la R nineT, una roadster de estilo clásico que, como no podía ser de otra manera, emplea el histórico motor boxer de la marca en su última versión refrigerada por aire. Prescinde de la suspensión delantera Telelever y apuesta por una horquilla invertida que otorga una imagen más clásica. Detrás sigue contando con la particular suspensión Paralever y el sistema de transmisión por cardán que constituye parte del patrimonio tecnológico e histórico de la marca alemana. Las preparaciones con accesorios originales para personalizar su estética así como los complementos de moda para el motorista que la acompañan merecen capítulo a parte, y están muy cuidados, como cabe esperar de BMW.
El éxito de la R nineT ha propiciado el nacimiento de la familia Heritage de BMW en donde además de la versión estándar encontramos otros cinco modelos, más asequibles en precio y con una parte ciclo más sencilla. La primera de ellas es la R nineT Scrambler, una moto vintage cuidada hasta el último detalle, que proyecta una imagen retro muy lograda, dando además la posibilidad de personalizarla con una larga lista de accesorios originales preparados para la ocasión. La segunda versión es la R nineT Pure, de diseño minimalista y que recuerda a las BMW roadster utilizadas en los años 70. La R nineT Urban G/S supone un homenaje a la R 80 G/S, tiene un marcado carácter off-road y se le puede montar ruedas de radios y neumáticos de tacos. La última en llegar es la R nineT /5, la de apariencia más clásica de toda la saga y que ya ha sido descatalogada al tratarse de una versión limitada. El motor que montan todas ellas es el mismo de la R nineT, lo que es sinónimo de carácter bóxer con sus casi 110 CV de potencia.
Brixton Crossfire/X
Esta marca todavía no muy conocida en España está especializada en motos de estética clásica, sobre todo de 125cc, pero también se ha atrevido con proyectos más ambiciosos, como el que representa la Crossfire 500. Se trata de una naked de corte neo-retro propulsada por un motor de dos cilindros y que cuenta con componentes de primera calidad en la parte ciclo: suspensiones KYB, frenos J.Juan y neumáticos Pirelli.
Hay una versión X de diferente diseño pero con el mismo equipamiento, es decir, iluminación full-LED, instrumentación digital...
Ducati Scrambler
Las Scrambler fueron presentadas en su momento como la puerta de entrada a la marca Ducati gracias a tener un precio más asequible, pero su marcada personalidad las convierte en una gama independiente y con distintas versiones entre las elegir: Scrambler Icon, Scrambler Nightshift y Scrambler Desert Sled, de estética similar a las usadas en las carreras off-road que se disputaban en Estados Unidos en los años 70.
El motor utilizado por estas primeras Ducati Scrambler procede de la Ducati Monster 796, el conocido dos cilindros refrigerado por aire aunque modificado para ofrecer una entrega muy suave. La calidad de sus componentes está contrastada, montando suspensiones y frenos de primer nivel. La estética se ha cuidado mucho en las Ducati Scrambler, siendo motos muy llamativas que centran la mirada de hasta los menos aficionados a las motos.
Ducati no ha parado de ampliar la familia. Primero empezó por abajo, con la Scrambler Sixty2, un modelo que hereda todo el diseño de sus hermanas mayores pero que presenta algunos elementos más básicos, como el basculante de acero o la horquilla convencional en lugar de ser invertida. La “scramblerina” como dirían los italianos, es una importante apuesta para introducir el concepto neo-retro que encarna la Scrambler en todos los rincones del planeta y muy especialmente donde está vigente el carnet A-2 gracias a su potencia de 41 CV que se adapta sin problemas a esta licencia. Su nombre evoca el lanzamiento de la primera Ducati Scrambler en el año 1962. Plantea una ergonomía cómoda “para todos los públicos” con un asiento a 790 mm, aunque también se ofrecen dos asientos alternativos, uno a 810 mm y otro a 770 mm. Los frenos cuentan con ABS de serie, concretamente la unidad Bosch 9.1MP, acompañado de un disco de freno delantero de 320 mm y unos trasero de 245 mm.
Pero el mayor cambio en la saga es la llegada de la más grande de todas, la Scrambler 1100 Pro y Sport Pro. Está diseñadas a imagen y semajanza de las 800, aunque lo más destacado es el empleo del propulsor de 1.079 cc capaz de desarrollar una potencia cercana a los 90 CV. Además del incremento en la caballería, la Scrambler 1100 disfrutan igualmente de una electrónica más desarrollada, similar a las de las deportivas y trail de última generación de la marca italiana. Estas ayudas a la conducción permiten sacar todo el partido a una moto que a pesar de su imagen más clásica, cuentan con ese espíritu deportivo que Ducati implementa en todos sus modelos.
Fantic Caballero Scrambler 500
Importante marca italiana de los años 70 y 80 en el off-road, con grandes campeones en trial y enduro, que sorprendía en su regreso con la introducción de modelos de gran calidad. Recuperaba para ello el apellido Caballero que durante años habían acompañado a sus modelos de enduro, y que ahora son utilizados por sus gamas de motos retro: la Caballero Scrambler, la Caballero Flat Track y su última aportación, la Caballero Rally. Las dos primeras familias están disponibles en 125, 250 y 500 cc, mientras que la Rally sólo se comercializa en 500 cc.
De todas ellas destacamos la Caballero Scrambler 500, una montura equipada con un motor de origen Zongshen de 449 cc y 40 CV de potencia. El resto de componentes son de mucha calidad, destacando el uso de una horquilla invertida con barras de 41 mm, un amortiguador trasero regulable, luces de LED y un escape Arrow de doble salida.
Honda CB650R
En 2013 Honda decidió retomar la comercialización en Europa de la CB1100, que posteriormente dio lugar a distintas versiones, como la CB1100EX, con llantas de radios y algunas otras mejoras en el apartado mecánico, y la más deportiva CB1100RS, ambas todavía en el catálogo de motos naked de Honda. Pero la marca japonesa iba más lejos y sacaba su gama “Neo Sports Café” compuesta por cuatro naked con las que atacar a todos los segmentos del mercado: CB125R (carnet 125), CB300R y CB650R (carnet A2) y CB1000R (carnet A). Todas ellas comparten una estética neo-retro bastante deportiva y vanguardista, lo que ha cautivado a numeroso público.
Podríamos hablar largo y tendido de cada una de ellas, pero nos centramos en la más equilibrada, la CB650R, encargada además de mantener en lo más alto una estirpe como la de la CB600/650 de Honda. Para ello, mantiene intactas algunas de las características propias de esta familia: motor de cuatro cilindros de suave respuesta y con mucho empuje en su zona alta, así como una alta calidad de fabricación. Se ofrece en distintos colores, todos ellos poniendo de relieve el negro del chasis y basculante y el bronce de las tapas laterales del motor, culata y perfiles de las llantas.
Husqvarna Vitpilen y Svartpilen
Las atrevidas creaciones de Husqvarna, unas con aire de café racer, la Vitpilen 701 y Vitpilen 401, y las otras tipo scrambler, la Svartpilen 701 y Svartpilen 401. Estas dos familias sólo se diferencian en sus minimalistas carrocerías, pues parte ciclo y motor son comunes, y provienen de las KTM 390 Duke y 690 Duke, respectivamente.
En Husqvarna aseguran que se ha prescindido de todos los elementos innecesarios, pero sin renunciar a la calidad de los componentes empleados en la naked austriaca, es decir, hablamos de un chasis tubular en acero, suspensiones WP y frenos Brembo, entre otros. Divertidas tienen que ser gracias a los 44 CV y los menos de 150 kg de las 401 y a los 75 CV y a los 157 kg de la 701. En definitiva, son dos modelos muy diferentes en apariencia, pero con muchísimos puntos en común.
Kawasaki Z900RS
Kawasaki ataca este segmento de dos maneras distintas: una más clásica, con la W800, y otra más deportiva, con las Z900RS y Z900RS Café.
Las deportivas Z900RS son especialmente atractivas por todo aquello que se esconde bajo esa imagen clásica y café racer. Lo más preciado es su poderoso motor de cuatro cilindros dotado de control de tracción, modos de motor y embrague antirrebote. Le acompañan unas suspensiones regulables que convierten a la Z900RS en una auténtica deportiva del siglo XXI con la estética de las del siglo anterior.
Con la W800, Kawasaki ofrece una moto que sigue fielmente el puro espíritu japonés de los primeros 70, cuando se dedicaron a copiar las motos inglesas… a las que acabaron superando en todos los aspectos. Cabe destacar su sistema de distribución por eje rey, como las Velocette o las Ducati mono, y que confiere una estampa muy atractiva a su motor. Se ofrece en tres acabados, estándar, café -con cúpula- y Street -asiento bajo y manillar elevado-.
Mash TT40 Café Racer
La marca francesa fue una de las pioneras en comercializar motos económicas de estética retro, sobre todo de 125 cc, aunque poco a poco ha ido ampliando su catálogo en donde empiezan brillar las motos de mayor cilindrada, como la TT40 Café Racer o la Five Hundred. En breve llegará una trail con motor de 650 cc que recuerda a las XT de los años 80.
La TT40 Café Racer es un homenaje a las motos deportivas de época, en la que no falta su cúpula con faro redondo, las llantas de aluminio de radios, los semimanillares regulables y el asiento acolchado con joroba. Dos discos delanteros son los encargados de frenar los 151 kg de peso anunciados.
Junto a la deportiva, compartiendo el motor monocilíndrico de 397 cc y sistema de frenada con ABS, tenemos la Five Hundred, una roadster que nos recuerda a laTriumph Bonneville, sobre todo por el detalle de las molduras en los laterales del depósito de combustible. Como buena moto clásica dispone de arranque a patada pero también cuenta con sistema eléctrico. Sencilla, bonita y barata, es una tentación para los amantes de este tipo de motos que no pueden o quieren desembolsar grandes cantidades por su montura retro.
Mondial HPS 300
Una marca con tanta historia no podía regresar de otra manera que no fuera con modelos que evocaran a su pasado, el cual está marcado por la competición y por el diseño. Un claro ejemplo es su HPS 300, una montura que aglutina elementos café racer y scrambler para lograr una imagen muy personal.
En Mondial no sólo han puesto énfasis en la imagen, el apartado mecánico se ha cuidado de cara a ofrecer una montura divertida no sólo en ciudad sino también en carretera. Su motor de 25 CV de potencia ya ofrece sensaciones interesantes para los usuarios del A2 a los que la moto va dirigida.
Moto Guzzi V7 III
Todas las motos que aparecen en el catálogo de Moto Guzzi respiran un aire clásico, hasta su trail V85 TT, pero es la mítica V7 III la más representativa. Mantiene el clasicismo de la primera saga, con su clásico motor de dos cilindros en V a 90º que rinde una potencia de 52 CV -hay versión de 35 kW para el A2-, al que se unen elementos más modernos como el control de tracción con dos niveles. Existen numerosas versiones de la V7 III, desde la más básica Stone, que resulta ideal para personalizar, a la V7 III Racer, la más deportiva y dotadas de amortiguadores Öhlins regulables y llantas de radios negros.
No nos podemos olvidar en este artículo de las Moto Guzzi V9 Bobber y V9 Roamer, la pareja de modelos que montan un motor de 850 cc y 55 CV con la configuración típica de la casa en V a 90º y que ofrece 62 Nm de par a tan solo 3.000 rpm. Usa cardan para la transmisión final haciendo uso de una caja de cambios de seis velocidades, con una marcha final más larga, apostando por una conducción agradable desde bajas vueltas. Además dispone de un kit de limitación para los poseedores de la licencia A-2. De serie ofrece tanto control de tracción con dos niveles de intervención (desconectable) como sistema ABS de dos canales para asegurar la frenada. Ambas comparten toda la base mecánica y de parte ciclo pero imponen un estilo diferente gracias a sus elementos estéticos. La V9 Bobber apuesta por un estilo esencial con neumáticos anchos y decoraciones oscuras mientras que la V9 Roamer hereda la filosofía de la Nevada 750, ofreciendo un estilo sencillo y urbano, perfecto para los que buscan una custom agradable de ver y conducir.
Royal Enfield Interceptor y Continental 650
Posiblemente no haya una marca que tenga tan asociada la imagen clásica como Royal Enfield. Sus Classic 500 y Bullet 500 son ya parte de la historia de las dos ruedas, pero la compañía india iniciaba un nuevo camino en 2018 con la Interceptor y con la Continental GT 650. Ambas estrenaban el nuevo motor de dos cilindros que supone el primer motor moderno de Royal Enfield, dotado de embrague antirrebote y de suave respuesta. Estos modelos suponen un punto de inflexión en la centeria marca al iniciar la actualización de sus productos sin abandonar el ADN que las identifica.
Pero no sólo de café racers o de scrambler vive el hombre, Royal Enfield ha sabido plasmar su impronta en una montura trail, en la Himalayan. Se trata de una moto robusta y sencilla, ideal para acometer aventuras a todos los niveles. La Himalayan brilla también por su facilidad de uso, su gran autonomía y su robustez. De hecho, es muy utilizada en su país de origen, en donde los trayectos se realizan muchas veces por vías muy deterioradas, todo un banco de pruebas en donde demostrar su fiabilidad.
Suzuki SV650X
Durante muchos años, la VanVan 125 ha sido un referente de la marca japonesa con un estilo propio que la hizo muy popular en las ciudades a pesar de su aspecto y sus cualidades camperas. La Euro4 acabó con el mito, pero en Suzuki no se olvidaron de los usuarios más nostálgicos, y para ellos desarrolló la SV650X. Es una café racer muy eficaz y fiable gracias a su motor de dos cilindros en V, el mismo que se utiliza en la SV650 que le sirve de base, y la trail V-Strom 650. Es una moto fácil de conducir y limitable para los usuarios del carnet A2
Además del segmento de las café racer, Suzuki está trabajando otro camino muy interesante: el de recuperar modelos míticos del pasado. Primero nos deleitó con una nueva Suzuki Katana, el mítico modelo de 1981, que vuelve tomando de base la eficaz GSX-S1000. Y en 2020 hemos disfrutado con el retorno del espíritu DR Big de la mano de la nueva V-Strom 1050, una montura muy actual en cuanto a tecnología, pero con una clara influencia de las ya clásicas trail de los años 80.
Triumph Bonneville
No hay una marca con una variedad de motos de clásicas actuales tan amplia como la de la marca británica. Merece la pena recrearse en el catálogo de Triumph y disfrutar, por ejemplo, de su naked Speed Twin o de las Scrambler XE y XC, con marcadas aptitudes off-road. Pero nos vamos a centrar en las Bonneville, las clásicas entre las clásicas, sin lugar a dudas. El secreto de su éxito ha sido el haber sabido mantener el espíritu de los años 60 y 70 con la tecnología de la época actual, como el acelerador electrónico, los modos de conducción, el control de tracción o el embrague antirrebote. Dinámicamente las Bonneville son unas motos excelentes, en las que tanto su parte ciclo como su poderoso motor de dos cilindros cumplen a la perfección.
La Bonneville T100 mantiene la estética original de 1959 pero equipa un moderno motor de 900 cc. Está situada en un escalón inferior al de la Bonneville T120 en cuanto a precio y prestaciones, por lo que es un modelo más adecuado para pilotos menos experimentados. El equipamiento es notable, contando con acelerador electrónico, control de tracción y embrague antirrebote, entre otras ayudas a la conducción.
Estéticamente llama la atención por su pintura bitono, con piezas cromadas. El asiento plano deja a la misma altura al piloto y al acompañante, y bajo él se encuentra una útil toma USB para cargar cualquier dispositivo electrónico. La instrumentación es muy completa, contando con información sobre la autonomía, marcha engranada e indicadores de consumo instantáneo y medio. La cantidad de accesorios originales disponibles es otro de sus reclamos.
La T100 comparte motor con famila Street, compuesta por la Street Scrambler, la Street Twin y la Street Cup, aunque ésta ya no se encuentra en producción. Por su parte, el motor de la T120 es utilizado por la Bonneville Bobber, una montura minimalista similar a la que se preparaban en los años 40 para disputar carreras y que dispone de más de 150 accesorios para personalizarla al gusto de cada uno, y por la Bonneville Speedmaster, una de las últimas en llegar.
No podemos abandonar a la marca británica sin hablar de su Thruxton RS, una café racer que toma de base la T120 pero que añade algunos otros componentes que hacen de ella un modelo totalmente diferente: semimanillares, en el escape, depósito de la gasolina y estriberas. Además, su parte ciclo alcanza un nuevo estadio gracias a la incorporación de una horquilla Showa, unos amortiguadores Öhlins y unas pinzas de freno Brembo monobloc.
Yamaha XSR900 y XSR700
La MT-09 es la moto sobre la que el diseñador californiano Roland Sands realizó su trabajo para dar a luz a la XSR900. Primero para creó una espectacular preparación denominada "Fast Wasp" dentro del programa Yard Built y después para dar a luz un modelo de serie basado en él y con espíritu Flat Track como el de la XSR900. Su motor tricilíndrico de filosofía "crossplane" cuenta entre sus peculiaridades técnicas con un cigüeñal calado a 270º, algo que proporciona una aceleración líneal así como una buena capacidad de tracción.
Aparte del motor también hereda la parte ciclo de la MT-09 que otorga un talante dinámico bastante deportivo y una ergonomía confortable, y unos ingredientes electrónicos bastante avanzados: modos de entrega del motor gracias a su D-Mode o el control de tracción así como ABS o embrague anti-rebote. En 2017 se añadía una versión limitada en colaboración con la marca de preparaciones de coches Abarth, incorporando un semicarenado y en donde la fibra de carbono toma protagonismo.
En el caso de la XSR700, la base es la MT-07, toda una garantía para crear una moto con la misma versatilidad y facilidad de conducción en un formato restrospectivo creado por el japonés Shinya Kimura y evocando a la reputada XS650. Es complicado encasillarla porque tiene tanto elementos cafe racer como algunos rasgos scrambler, por eso se trata de una neo-retro realmente especial.
La mecánica es un bicilíndrico en línea con 75 CV cuya elasticidad permite ofrecer diferentes tipos de conducción, desde la más tranquila y relajada, con unos bajos muy aprovechables, a una mucho más dinámica gracias a la alegría de este propulsor para subir de vueltas.
Otra moto de estética retro que se ha encuentra en el catálogo de motos de Yamaha es la SCR950, que toma de base la XV950 de motor de dos cilindros pero se aparta de la estética custom de sus hermanas para adoptar una imagen street scrambler. Su amplio manillar, las llantas de radios, el asiento alto y plano, las ruedas con dibujo mixto, el depósito de gasolina en distintas tonalidades y las placas portanúmeros laterales le otorgan una imagen singular.