Suponen un 8% del total de motoristas de la marca americana y disfrutan de su moto como cualquiera de ellos. Unas la usan a diario, otras los fines de semana y también las hay que realizan grades viajes llevando los mandos de su Harley. Es difícil hacer un retrato robot de la Lady of Harley española. Las hay de todas las edades, solteras, casadas y con hijos, pero declaran que coinciden en el “enganche” que sintieron con sólo el hecho de probar una Harley-Davidson. “Cuando te subes a ella te convences rápidamente que la moto ni siquiera es tan pesada ni tan difícil de manejar como muchos piensan”, afirma Sue Nagel, H.O.G. & Customer Experience Manager España y Portugal.

Un buen ejemplo de ello son el testimonio que cuentan estas tres Ladies of Harley del Madrid H.O.G. Chapter, el club de propietarios del concesionario oficial Makinostra Harley-Davidson Madrid:

Patrizia Sabrina Barbagallo
“Es una maravilla conducir una moto así”
Estudia Interpretación de Lengua de Signos y Fisioterapia. Su afición a las Harley-Davidson le viene de familia y afirma que siempre le ha fascinado su ruido y estilo.

Su primera Harley-Davidson se la compró hace unos 5 años, es una Sporster 883 Low. Se apunta siempre que puede a las salidas del Madrid H.O.G. Chapter y va con ella a clase todos los días. Todo el mundo le pregunta cómo es que puede con ella con lo que pesa y ella siempre responde que “es una maravilla conducir una moto así”.

María Jesús Fernández, ‘Chus’
“Hace tres años que me entró el gusanillo Harley”

Todos la llaman Chus. Es una joven empresaria que dirige un negocio de decoración e interiores. Hace tres años que le entró el “gusanillo Harley” y reconoce que “es como una adicción, muy difícil de dejar”.

Se ha recorrido media España y parte de los Estados Unidos, haciendo la mítica Ruta 66 sobre su flamante Fat Bob, aunque se inició en la conducción Harley con una preciosa Sportster.

 

 

Sonia Wilt del Villar
“Soy una apasionada de las motos desde siempre”

Psicóloga y azafata de vuelo, casada y sin hijos, Sonia siempre quiso tener una Harley-Davidson, aunque conducía otra moto cuando era más joven.

Se declara una apasionada de las motos de toda la vida y se hizo con su primera Harley en el año 2007. Es una Heritage, modelo classic que disfruta junto a su marido, que también conduce su propia Harley. Ambos asisten a concentraciones nacionales y europeas.