Inauguramos nuestra nueva sección HTM (Hazlo Tú Mismo) con una sencilla operación de mantenimiento que te puede ahorrar una visita al taller. Pero ojo, el cambio de pastillas afecta a una parte vital de la moto y tenemos que hacerlo muy bien. Lo primero es revisar la superficie de contacto con el disco, es decir cómo de gastado está el ferodo. Es una operación sencilla porque se ve observando la pinza; 2mm. es la medida formal y límite en la que debemos actuar de urgencia. Ten en cuenta que las pastillas deben cambiarse todas a la vez en un mismo eje. Si ves que el desgaste de las pastillas es muy dispar puede ser que algo no esté funcionando bien y deberías acudir al taller para que lo revise un profesional. 

Debe evitarse que una pastilla desgastada llegue a rayar el disco. Esto sucederá cuando, por apurarlas demasiado, el ferodo (la parte de la pastilla que ejerce fricción sobre el disco) desaparezca por completo y la parte metálica de la pastilla roce metal contra metal. Si se rayase un disco de freno la avería nos costaría bastante más que una pastilla, cuyo precio puede oscilar entre 15 y 45 euros.

Para esta operación necesitamos un alicate, un destornillador y una llave del tipo necesario para soltar la pinza de freno, que varía según la moto.

Lo primero es soltar la pinza (normalmente con una llave hexagonal o allen). Para poder extraer las pastillas gastadas es necesario separarlas para dejar sitio a las nuevas y lo haremos a poder ser con la mano, presionando los pistones hacia dentro. Si no fuésemos capaces nos podemos ayudar de un destornillador, pero con cuidado de no mellar nada.

Hay que retirar con cuidado la grapa encargada de que el pasador se desplace. Tiraremos del pasador con el alicate memorizando su posición para volver a colocarlo exactamente igual. Esta pieza es la encargada de que las pastillas queden fijadas en la posición correcta.

Extraemos las pastillas viejas, lo que no deberíasuponer ninguna dificultad. Ya puestos, podemos aprovechar para limpiar las pinzas. Bombea la maneta con cuidado hasta que notes que el pistón o los pistones han salido lo suficiente para distinguir una parte limpia y otra sucia. No te pases o podría llegarse a salir un pistón... y entonces tendrías un problema. Esto sucede por el polvo que se desprende de las pastillas al desgastarse, y ya puestos limpiándolos nos aseguraremos buen tacto de freno y evitaremos posibles averías intenas en la pinza. Para hacer esta limpieza hay productos específicos que puedes adquirir en cualquier tienda de recambios, normalmente en formato spray, y para aplicar el limpiador puedes usar un cepillo de dientes (aprovecha si tienes el tuyo gastado... y así compras uno nuevo para ti).

El siguiente paso es volver a fijar la pinza: para dejarla bien anclada apretaremos los dos tornillos por igual con la mano y a continuación terminamos de apretar con la llave ejerciendo más presión cada vez y de forma alternativa en cada uno: un cuarto de vuelta en el de arriba seguido de otro cuarto de vuelta en el de abajo y así sucesivamente hasta que notes que están bien firmes. Si tuviéramos a mano una llave dinamométrica podríamos aplicar el par de apriete exacto recomedado por el fabricante, que sería lo ideal para no trabajar "al tacto", pero siendo cuidadosos con el método que indicamos debe ser suficiente.
Es importante bombear desde la maneta de freno para que los pistones vayan a su sitio y las pastillas hagan contacto con el disco. De todos modos recuerda que las pastillas hay que rodarlas durante los primeros kilómetros para que sus prestaciones sean óptimas. Un buen rodaje de pastillas se hace frenando con más suavidad de la habitual, por lo que un paseo relajado, en el que además comprobarás que todo lo que has tocado funciona como debe, es una buena idea. En ese paseo ten cuidado y anticípate, porque las pastillas en rodaje no frenan al cien por cien y por otro lado si abusamos lo que podemos provocar es que las pastillas se cristalicen y no frenen bien.

Un último apunte: cuando las pastillas van perdiendo grosor, debido al desgaste normal, el nivel del líquido de frenos baja  porque el bombín se desplaza y el líquido va ocupando ese espacio. Ahora que ya tienes tu flamante juego de pastillas instaladas debes comprobar el nivel del depósito antes de lanzarte a la aventura de frenar por primera vez. Si ves que queda bajo sería buena idea rellenar con líquido del mismo tipo, y si tienes dudas o quieres hacer las cosas bien lo ideal sería aprovechar para cambiar el líquido. Pero eso será materia de un futuro HTM (Hazlo Tú Mismo)...

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