Es una moto norteamericana hasta la médula pero paradójicamente construida por la empresa australiana, Deus Customs, que le ha dotado de ése alma estadounidense junto a un diseño austero pero repleto de carácter. Y es así porque la premisa desde el comienzo de este proyecto era elaborar una café racer dotándola de los máximos componentes posibles fabricados en EE.UU.

Por eso el chasis utilizado es nada más y nada menos que el más famoso de Estados Nnidos cuando hablamos de Dirt Track: se llama C&J Low Boy y es el que más victorias ha conseguido en la milla. Y en Deus lo que han hecho es construir una moto de calle a su alrededor y montando un motor Harley Davidson para sentar las sólidas bases de ése espíritu norteamericano que debía tener.
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Pero en Deus son inquietos y la operación del motor no iba a ser un mero transplante sino que algunas piezas importantes se reemplazarían para dotarla de un carácter más salvaje. Unos pistones de alta compresión forjados procedentes de J&E fueron uno de esos toques picantes que iba a recibir. Y esto requería una biela así como un cigüeñal preparados para ése par motor extra que iba a recibir el big twin de Milwakee. Eldebrock sería el suministrador de unas válvulas de distribución de mayor tamaño.

Para la suspensión delantera, Buell fue la marca elegida para equipar a esta americana de pura cepa, aunque con mucha mezcla. La horquilla invertida cuenta con una triple tija hecha a mano en Durelle Racing. En la parte trasera, el amortiguador con botella de gas separada y anclado al lateral del basculante proviene de Works Performance Products.

Las llantas procedentes de Buchanan así como los bujes de A&A Racing y la electrónica e instrumentación de Motogadget, ponen la guinda a esta moto, más americana que los billetes de un dólar.

Pero como su recio estilo de la vieja escuela esconde una moto para sibaritas, no pudieron más que recurrir a Brembo para todo el sistema de frenos, y como curiosidad, también a Rizoma para montar su innovador sistema Pro Guard para la protección de la maneta.

El filtro de aire o el aislamiento del colector de escape son otros detalles indispensables en la estética y funcionamiento de esta lograda café racer, cuyos creadores la han llamado “Woolie”, en honor a Michael Woolaway, director del US Motorcycle Desing para el que comenzaron a hacer este proyecto.

Para terminar, no podemos dejar de comentar la tremenda fuerza que le dan a la moto las dos salidas de escape en plan megáfonos. Los suministra la empresa norteamericana Supertrapp, de Cleveland concretamente, especializada en sistemas de escape de altas prestaciones, cuyo modelo va a la perfección a The American, una café racer de raza al más puro estilo Yankee.