Ya han pasado 10 años desde que Honda inauguró su centro permanente de formación, el HIS, unas instalaciones con más de 20.000 metros cuadrados dedicados a formar a usuarios de todas las edades y de todos los niveles, y por las que ya han pasado desde entonces más de 25.000 alumnos. Nosotros nos hemos querido sumar a esta lista de participantes para comprobar de primera mano cómo funciona el HIS.

La primera impresión nada más llegar es ya impactante, con sus tres pistas de formación y el garaje donde se custodian las más de 50 motos de diferentes tipos con las que se imparten las clases. También se almacenan las equipaciones que los alumnos utilizan en las pruebas a las que se ven sometidos, todas ellas de de marcas de primera calidad, como Alpinestars y Arai.

El HIS ofrece doce cursos diferentes para abarcar todos los niveles de conducción, con duraciones de 6, 8 y 12 horas, e incluso con la posibilidad de salir a la carretera para, tras ser grabado en vídeo, recibir las correcciones por parte de los monitores. Por cuestiones de tiempo no pudimos realizar un curso tan detallado aunque sí tuvimos la ocasión de hacer uso de la pista polivalente de 8.000 metros cuadrados y de la pista deslizante con sistema de riego en la que pudimos verificar la diferencia entre frenar con ABS o sin él gracias a los estabilizadores montados en las motos. No hubo tiempo de rodar en el circuito off-road de 6.000 metros cuadrados con las CRF125, unas motos ideales especialmente divertidas para aprender a derrapar. Para los más pequeños (se admiten niños a partir de los 6 años aunque no tengan experiencia alguna con las motos) tienen preparadas unas CRF110F.

En nuestro caso, Honda puso a nuestra disposición las nuevas CB500X y CB500F, que han sustituido a las NC700S que se utilizaban hasta ahora, unas motos fáciles de usar y con potencia suficiente como para poner luego en práctica lo aprendido con cualquier montura. Y es que el trabajo del HIS se centra en dos puntos primordiales, el de las técnicas de prevención del riesgo y en las técnicas de control de la moto. Es frecuente que usuarios con muchos años de experiencia hayan aprendido todo de manera autodidacta y se muestren un poco desconfiados ante este tipo de cursos al pensar que no les puede aportar mucho. Pero lo que está claro es que aprender por nuestra cuenta implica casi siempre interiorizar errores que hasta que alguien desde fuera no te los indica no se es consciente de estar cometiéndolos. Y éste es un punto a destacar en el HIS; los monitores están en todo caso observando a los alumnos, de manera que se van corrigiendo aspectos como la colocación del cuerpo, brazos, piernas, de cómo se debe mirar en las curvas o de cómo afecta en la moto una determinada manera de frenar.

Precisamente, fue con la frenada en suelo mojado donde comenzamos el curso. Nunca antes había utilizado un sistema de estabilizadores que impiden irse al suelo en caso de perder el equilibrio. Hay que poner mucha fe pues el cerebro te indica que eso de utilizar el freno delantero a tope en una superficie tan resbaladiza no es la mejor idea, pero una vez le pierdes el miedo resulta muy interesante conocer los límites de la frenada en mojado, algo que en fuera de un circuito de pruebas es imposible llevar a cabo sin correr riesgos.

De ahí pasamos a la pista polivalente, donde volvimos a comprobar las diferentes maneras de usar los frenos, dependiendo de las circunstancias, pero ya sin estabilizadores. También realizamos distintas pruebas de habilidad con conos, eslalon, giros cerrados y hasta una divertida carrera en la que el piloto más lento es el que gana y en la que terminé en un honroso segundo puesto.

En definitiva, terminé gratamente sorprendido de cómo se realizan los cursos en el HIS pues entiendo que son válidos para todo tipo de usuarios, en especial para aquellos los que entendemos que es necesario tener una formación muy elevada en la prevención de accidentes, no obstante en casi el 90% de los accidentes está presente el componente humano como causante. Y esta impresión tan positiva del Honda Instituto de Seguridad no es solamente mía, pues la puntuación por parte de los asistentes sobre el índice de satisfacción es de un 9,5. Un reconocimiento que ha valido también para recibir en 2018 el Sello Europeo de Calidad de Formación, el primer y único dentro de formación en España que de momento cuenta con este galardón.

Entrevista Marc Serruya, Presidente de Honda Iberia

Aprovechamos la visita a las instalaciones del HIS en Barcelona para entrevistar al Presidente de Honda Iberia, Marc Serruya, con quien tuvimos la oportunidad de charlar sobre algunos temas de actualidad. Comenzamos la conversación tratando el tema de la electrificación, que en el ámbito de las cuatro ruedas es algo ya más que asumido, pero que no termina de llegar a las motos. Para Serruya, "las motos seguirán el mismo camino que los coches, pero la UE primero quiere sean éstos los marquen la evolución, mientras que las motos irán a continuación aprovechando la experiencia adquirida". Para el directivo de la marca japonesa "se trata de un proceso que llevará su tiempo y que además es posible que no tenga mucho que ver con lo que conocemos actualmente, pues la evolución de la tecnología está siendo muy rápida".

Respecto a la evolución del mercado, Serruya entiende que "el segmento del A2 seguirá gozando de un buen estado de salud e irá acogiendo usuarios que den el salto desde el A1". Nos indicó igualmente una tendencia que desconocíamos, que es la de la incorporación a este tipo de motos de 47 CV de "usuarios con carnet A y con bastante experiencia pero que quieren una moto más fácil de usar y más tranquila". Por contra, el presidente de Honda Iberia se mostró un tanto escéptico con la posibilidad de que usuarios del bikesharing terminasen por covertirse en clientes "ya que, especialmente los más jóvenes, no ven la necesidad de comprar y se encuentran muy cómodos alquilando".

Por último, Marc Serruya nos corroboró que las iniciativas de financiación con opción de comprar, cambiar o vender la moto a los tres años "es necesario y la marca que no ofrezca esta posibilidad se encontrará con dificultades para ser competitivo en el mercado, pues se trata de la única manera de fidelizar, sobre todo con modelos de a partir de una cierta cuantía, de unos 6.000 €. Estas fórmulas no terminan de ser tan interesantes para el cliente en motos de bajo coste".