Un año después de haberlo integrado en mi equipamiento de pruebas, el Shoei NXR se ha hecho un hueco como uno de mis cascos favoritos gracias a que sus buenas cualidades son efectivas en muy diferentes tipos de motos y scooters. Siempre me llamó la atención su silueta compacta y el peculiar diseño de la zona trasera que se recoge hacia la nuca, dibujando una forma general de líneas suaves y fluidas. Por eso quería probar si era tan cómodo y versátil como su imagen proyectaba.

Pero antes de daros mi opinión, me gustaría hacer una descripción de todo lo que ofrece en materia de confort y seguridad, los puntos capitales sobre los que se debe asentar el desarrollo de cualquier casco.

Análisis calota, interior, vetilación y ajuste

Lo más importante es la construcción de toda la estructura externa, la calota. Y ahí encontramos lo mejor que tiene Shoei, ya que ha confiado en su compuesto multifibras denominado AIM (Advanced Integrated Matrix). Esto, junto al interior que es un EPS (poliestireno expandido) de diferentes densidades, hace que contemos con un conjunto ligero y que en caso de impacto siempre va a tratar de ser lo más eficaz posible en cuanto absorción y transmisión de la energía. Solo pesa en torno a los 1.300 gramos y además ofrece cuatro tamaños de calota para que se pueda adaptar de la mejor forma posible a la talla de cada persona.

Otra de las cosas que me gusta de este casco es su diseño muy redondeado (con solo un discreto alerón posterior), y esto jugará siempre a nuestro favor en una caída, pues las formas complejas y los alerones muy marcados podrían tener un efecto todavía más negativo en las fuerzas rotacionales al modificar el deslizamiento más natural de una superficie lisa.

La pantalla es otro aspecto básico a la hora de disfrutar del casco y en este sentido también tenemos un elemento competente, denominado CWR-1. Se trata de una pantalla fabricada en policarbonato que Shoei hizo completamente nueva, junto con el mecanismo. Lo que sí mantuvo respecto al XR1100 del que deriva es el sistema de ajuste y el de desmontaje. Tiene preinstalación para el pin-lock, el dispositivo antiempañamiento que funciona a la perfección.

En cuanto al interior, es sin duda el responsable de lo confortable que resulta este casco. Las almohadillas son lavables y reemplazables, gozando de un tacto suave y perfecto ajuste a la forma de la cara. Un elemento llamativo son las dos piezas acolchadas que van específicamente adaptadas en la zona de los oídos para aislarlos lo más posible del ruido. Y a esto contribuye el cubrebarbilla desmontable que protege del frío y las ruidosas turbulencias. Y por último, también de serie, tenemos una naricera (desmontable) que contribuye a una función bien diferente, y es evitar que el aire caliente suba hacia la parte superior y favorezca el empañamiento. Debo nombrar el sistema de extracción rápida EQRS que permite extraer los acolchados para extraer el casco con seguridad en caso de accidente.

El NXR también cuenta con un elaborado y eficaz sistema de ventilación. Comencemos por donde penetra el aire, una parte frontal que tiene cuatro puntos de entrada de corriente; tres en la parte superior de la cabeza y una ancha a la altura de la boca. La inferior puede ajustarse en dos posiciones para variar el caudal de aire. Y las dos que están en la sien, aproximadamente, tienen también un par de puntos de regulación. La que está en el centro, en la frente más o menos, es un orificio ovalado puede igualmente abrirse en la medida deseada. Y esto va a venir muy bien en verano porque el EPS, además, cuenta con canalizaciones que mejoran la circulación de aire fresco por el interior. Y en la parte posterior, cuatro orificios permiten salir al aire para una óptima circulación. 

El cierre de doble anilla es simplemente perfecto para lograr un buen ajuste y circular así con la máxima seguridad. En un casco de un talante bastante abierto en cuanto a uso, pero con un toque deportivo, y no se puede optar por otro sistema. 

Conclusión y valoración

Shoei acierta de pleno con este modelo, por eso es un casco que se ve mucho entre los motoristas y eso lo refrenda, pues además se ofrece en hasta 22 decoraciones diferentes: hay para todos los gustos, desde las monocolor a las multicoclor, pasando por las más elegantes, por lo que es fácil encontrar uno que te encaje.

Lo que más me ha gustado de este casco es su facilidad de adaptación a la forma de mi cabeza desde el primer momento. Además, llevar en la mano un casco que resulta ligero y poco aparatoso es siempre un extra. 

La calidad a la vista y al tacto del casco es irreprochable, y al tocar y observar todo su mullido interior, la sensación es la misma, destacando la suavidad y el buen tacto del acolchado. 

Uno de los aspectos positivos que se nota en marcha es su buena aerodinámica y esto es perfecto para motos naked, las más populares del mercado. Usando motos de este tipo de medias y altas prestaciones, tenemos un casco que se mantiene muy estable a pesar de la velocidad, haciendo valer su diseño, así como su capacidad para no generar mucho ruido en el interior del casco. En esto también tiene que ver el hermetismo que proporciona su pantalla, cuya visión es además muy panorámica y cuenta con un eficaz mecanismo de bloqueo, muy fácil de usar.

Otra de las ventajas de la pantalla es lo bien que funcionan los puntos de regulación de la apertura. La pantalla se fija con facilidad de cada uno, permitiendo adaptarla a la perfección y con un movimiento siempre muy fluido y preciso, nunca brusco. Tiene pinta de ser duradero, y tras un año intenso funciona como el primer día. 

La ventilación también es otro de los puntos resueltos con brillantez. Cuenta con los elementos necesarios para que el aire fluya de verdad y nos alivie del calor, y además, se pueden manipular con guantes, tan solo la abertura de la frente resulta un poco más complicada. 

Por cierto, no tiene gafa interior pero gracias a eso cuenta con ese diseño tan compacto. Y si eliges pantalla clara, seguramente no tengas problema para poder usar tus propias gafas de sol en verano, yo tengo dos y las he probado para comprobar que sigue siendo confortable incluso con este elemento externo, pues encajan a la perfección en el mullido.

Es un casco que llevarlo puesto es una delicia por el poco peso y porque mi talla S encaja a la perfección, ya que no baila absolutamente nada y queda ajustado pero sin resultar excesivo en la presión. Me parece ideal para un casco de talante sport-turismo, pero como decía al principio, encaja muy bien con muy diferentes tipos de motos o scooters, y esa otra de sus virtudes.

Y la última para mi es el precio que no resulta desorbitado teniendo la calidad del casco que vas a disfrutar en la cabeza, ya que la cifra oficial parte de 460 €. Y si se eligen decoraciones sofisticadas, el precio supera los 500 € pero aún así es una compra en la que se combina con bastante equilibrio la calidad y el precio.