Aparte de las pinceladas estéticas, se trata de pequeñas pero numerosas modificaciones para afinar tanto el comportamiento de la parte ciclo como el rendimiento del motor, todo destinado a continuar como unas de las motos más punteras en motocross.

Los principales cambios se centran en unos nuevos pistones aligerados para el motor y una nueva horquilla con barras de 48 mm denominada Showa Separate Function (SSF) que separa el amortiguador de la barra izquierda del muelle de la derecha para trabajar de forma más efectiva, puesto que supone un ahorro de peso, reduce las fricciones y mejora el rebote, lo que brinda una mejorada sensación de control.

El chasis también ha sido modificado ligeramente para mejorar la tracción y contribuir así a un mejor manejo, tanto de la 450 como de la 250.

La ECU también ha sido reprogramada para logar una mejor respuesta al acelerador y una mejor gestión del combustible. Aparte de lo mencionados pistones, la 250 también presentan una nueva biela así como otras válvulas de admisión y escape. Y como opción, ambas se pueden adquirir con un programa para justar el mapeado y la inyección.

En cuanto a la transmisión, en la 250 se ha montado una nueva caja de cambios de cinco velocidades, mientras que la 450 recibe ligeros retoques para mejorar las sensaciones de conducción.

Ambas también llevan de serie unos nuevos neumáticos Dunlop MX51 para compañar estos cambios.