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El magnetismo del trazado de Nürburgring es absolutamente irrefrenable para muchos motoristas de Europa central que cada poco tiempo van a desfogarse en el "Green Hell" que resulta especialmente peligroso para las motos. Sobre todo una de sus curvas más famosas en la Nordschleife, la parte norte que es la abierta al público a la que se accede pagando y como se puede ver es muy concurrida, también por coches, lo que suma otro peligro en caso de caída.La pintura y los líquidos (aceite o refrigerante) se acumulan en el suelo, haciendo caer a los motoristas como bolos. Además la valla de protección está muy cerca sin apenas dejar escapatoria para los muchos que entran "colados" porque las caídas en ocasiones se ve claramente que son por algo en el suelo y en otras es el piloto que no logra frenar a tiempo, cometiendo un fallo de pilotaje que lo lleva al suelo.
