El de Honda ha aprovechado su primer “match ball” para coronarse con su quinto campeonato de MotoGP, a los que hay que sumar el logrado en Moto2 y el de Moto3 para alcanzar la increíble cifra de siete entorchados. Y lo ha hecho en Japón, en la casa de Honda, propietaria del circuito de Motegi, en donde sus máximos responsables estarán orgullosos de tener en sus filas al mejor piloto de la parrilla.

Márquez lo tiene todo: talento, valentía y suerte. Hoy ha vuelto a tener fortuna cuando lograba evitar una caída liderando la carrera mientras peleaba por la victoria con Dovizioso y Crutchlow. Aunque por otro lado, son tantas las salvadas como para pensar que siempre es la suerte la que le permite seguir de pie. Igual es que su talento es bastante superior al de sus rivales. Y esto es lo que exaspera a rivales y algunos aficionados.

Sus detractores no soportan esa superioridad técnica y aprovechan sus actuaciones más valientes para acusarle de ser demasiado agresivo. Cierto es que el 93 no cede siquiera un milímetro ni en los primeros libres del fin de semana, pero en realidad gran parte de los ataques vienen porque Márquez cada vez se acerca más a los números obtenidos por Valentino Rossi, y con sólo 25 años. Ahora sólo está a dos campeonatos de alcanzar al italiano, y a algunos no le resulta fácil de digerirlo.

Pero todo eso está por venir, a día de hoy hay que disfrutar de su séptimo título, obtenido tras un brillante triunfo peleando con su principal rival estas dos últimas temporadas, Andrea Dovizioso, quien se caía a falta de dos vueltas intentando retrasar la fiesta todo lo posible. Han sido los dos mejores un año más y en Motegi, en cuanto incrementaron el ritmo dejaron al resto de rivales atrás. Disfrutemos de Márquez en el presente y dejemos que los otros sigan rabiando.

Moto2 y Moto3: Bagnaia y Bezzecchi, protagonistas

Quartararo entró primero por meta en la carrera de Moto2, por delante de Bagnaia, a quien le sabía a gloria este segundo puesto porque le valía para ampliar su ventaja frente a Oliveira. Pero le iba a saber mejor todavía el enterarse de que ha sido el ganador de la carrera por la descalificación del piloto francés por haber disputado la prueba con una presión en los neumáticos inferior a la permitida. Oliveira sube al podio por la decisión de Dirección de Carrera, pero su desventaja se antoja muy grande a falta de sólo tres carreras. Eso sí, el portugués no es de esos pilotos que tiren la toalla a las primera de cambio. Queda campeonato.

En Moto3 la historia es totalmente distinta. Jorge Martín se caía de nuevo mientras que Bezzecchi lograba un triunfo sobre la misma línea de meta que le vale para colocarse a un punto del español en la provisional del campeonato. Sólo quedan tres carreras y todo está en el aire.