Con este doble lanzamiento Peugeot progresa en dos vertientes muy importantes: por un lado en 125 cc, donde la competencia es dura y constante, llega con un modelo que relega de forma definitiva otro tan importante como el Elystar al baúl de los recuerdos, y cuya misión es captar a todos aquellos que suspiran por un Satelis pero no quieren, o no pueden, invertir lo que cuesta un producto “premium”. El Citystar se presenta como un scooter con muy buenas dotes dinámicas gracias a su parte ciclo y a un motor con mucha chispa que se posiciona entre lo mejorcito de esta categoría.

Por otra parte, el fabricante francés lanza el Vivacity eléctrico en un momento muy oportuno porque la tendencia hacia este tipo de vehículos es ya una realidad que no puede ser obviada por las marcas importantes. Estamos ante un pionero porque aunque existen marcas jóvenes y todavía con poco peso que ofrecen este tipo de pequeños scooters, suelen ser carrocerías de scooters chinos que no están al nivel de calidad que el Vivacity, fabricado en Francia, al igual que el Citystar.

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El que da primero da dos veces, y Peugeot, con el lanzamiento de este vehículo eléctrico dispuesto a convertirse en una opción de transporte popular, se posiciona como la marca más madrugadora de las importantes en lanzar un scooter con estupenda presencia que además no ha perdido su máxima virtud; siempre práctico y eficiente en carretera.

El Citystar 125 es básicamente un vehículo sencillo y de buen aspecto con varios elementos claves: suelo plano, hueco muy amplio bajo el asiento, pantalla cortita y un puesto de conducción cómodo. Pero por encima de todo destaca el rendimiento del motor así como el buen comportamiento de los frenos y la parte ciclo en general, que proporciona agilidad y estabilidad.