El SRV 850 se quita de encima el traje discreto para ponerse más informal y deportivo, guiñando el ojo a un público diferente pero manteniendo lo mejor del Gilera GP800 como su motor pletórico de potencia y par o la transmisión por cadena. Probablemente mantendrá el mismo chasis, al igual que los frenos, aparentemente idénticos. No hay todavía información acerca de otros detalles como la suspensión que necesita ser más dura para responder a la estética deportiva sin paliativos que propone el SRV 850. La protección frontal aumentado gracias a una carrocería más voluminosa. ¿Tendrá alguna guantera?¿Mantendrá la pantalla eléctrica regulable?. Son detalles que sabremos dentro de muy poco, cuando sea presentado en Milán que un año más celebra el EICMA.

El SRV 850 está equipado con el primer motor para scooter 850cc bicilíndrico en V de 90º, 4 válvulas, inyección electrónica, capaz de conseguir una potencia máxima de 55,9 kW (76,0 CV) a 7.750 rpm y un par máximo de 76,5 Nm (7,8 kgm) a 6.000 rpm, datos que sitúan al nuevo SRV 850 en el la cúspide de la categoría junto a su primo hermano, el Gilera GP 800. El diseño está inspirado en la superbike Aprilia, la RVS4, sobre todo por el diseño del grupo óptico delantero y la carrocería, más angulosa y con las formas de la moto Campeona del Mundo de SBK en 2010 a manos de Max Biaggi.

Tal y como recientemente se ha hecho con el Aprilia SR Max 125/300 que es un Gilera Nexus, el grupo Piaggio hace lo mismo con el súperscooter de la casa aunque en esta ocasión no se ha limitado a cambiar la decoración, sino que la carrocería es bien distinta aunque la esencia sea la misma. De hecho, con esta nueva carrocería y si se ha trabajado para mejorar los punto débiles del GP 800 (ver prueba a fondo), podemos estar ante el scooter mejor megascooter del mundo. Mimbres no le faltan.
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