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En positivo

  • Agilidad
  • Estilo
  • Motor alegre

En negativo

  • Precio
  • Espacio pasajero
  • Hueco justo para un casco integral

¿Porqué S?

Esta letra distintiva la hace diferente porque es algo así como una edición especial. Concretamente rinde tributo a una de las Vespas más populares y cotizadas hoy en día. La Primavera. Tanto el faro cuadrado que protagoniza el frontal como la moldura cromada sobre el guardabarros son un descarado guiño al modelo Primavera setentero. Pero además hay otros elementos cromados que también distinguen a esta versión de sus hermanas: los espejos o el cerco de la instrumentación. Una pena que estas piezas cromadas sean de plástico, es un detalle que desmerece un poquito. El ribete blanco del asiento es otro ingrediente extra así como el amortiguador con el muelle rojo. Un amortiguador, por cierto, con un tarado más durito de lo habitual y con un color que discretamente sugiere deportividad al conjunto.

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Inyección de vanguardia

Con la excusa de que ahora monta inyección electrónica como nueva alimentación de su pequeño y voluntarioso propulsor, volvimos a subirnos a su estilizada carrocería en busca de agradables paseos. Y los disfrutamos gracias a la generosidad del esquivo sol primaveral y a las buenas cualidades que pone a nuestro servicio esta noble guerrera. Y es que para el tráfico se revela como una arma tremendamente eficaz por sus pequeñas dimensiones y la chispa de su motor. Cualquier movimiento lo ejecuta con una agilidad pasmosa y esto hace que circulemos de forma, no sólo fluida sino incluso divertida. Todo es más bien pequeño y muy cuco. Así que si eres de porte tipo “armario empotrado”, más vale que te vayas buscando otra cosa más a tu medida para ir desahogado y a gusto. No es que no vayas a poder conducir la Vespa si mides 1,80-1,90 m. Lo harás, pero recordando a “Magilla Gorilla”. La gente más menuda se encontrará a sus anchas en el asiento corrido para dos personas. Pero hay un “pero”. El acompañante tiene el espacio justo tanto para acomodar el trasero como para ubicar las piernas en sus estriberas integradas. Así que ya sabes: Compañía sí, pero de culo estrecho.


Prosiguiendo con nuestro paseo encontramos detalles que merece la pena comentar. Como, por ejemplo, los frenos que la verdad es que responden con bastante eficacia. Y aunque el tacto podría ser mejorable, es simplemente cuestión de acostumbrarse.

La Vespa S no es sólo un vehículo indiscutiblemente bonito, sino también práctico. El hueco bajo el asiento, la doble guantera abierta o el gancho portabolsas ponen lo necesario para ayudarnos con nuestros enseres cotidianos. Cierto es que el hueco bajo el asiento no es muy amplio pero forzando un poco el mecanismo cabe casi cualquier casco integral.


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Conclusión

Las Vespa S 125 ie es una golosina para los amantes de las Vespas, aunque sean modernas. Destila buen gusto y goza de un motor que podríamos calificar de brillante por sus aceleraciones y porque la velocidad punta permite afrontar cortos desplazamiento fuera de la urbe con total garantía. Es cómoda tanto por ergonomía como por suspensiones. El precio no es precisamente económico pero tampoco es desmesurado. Y al fin y al cabo, si te gusta ¿No pagarías con todo el gusto del mundo los 3.200 euros que vale? Yo sí y no me arrepentiría. Pero no todos somos y pensamos igual. Tengo que confesarlo, me gusta, me ha enamorado esta belleza italiana.