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La Duke es ya un clásico en el catálogo KTM donde lleva desde 1994 como una opción original y divertida de moverse en la ciudad y alrededores. Esta nueva entrega no pierde ésa esencia y a la vez gana otras importantes aptitudes para apuntar a un público más amplio. Y entre otras cosas lo hace a base de una estética más convencional pero atractiva y una tecnología que busca seguridad y eficiencia.
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Esta compacta, ligera y manejable naked es una de las apuestas más importantes de la firma austríaca para 2012 en lo que a asfalto se refiere. Elementos como el ABS (desconectable), el acelerador electrónico o ride by wire (sin cable) o la posibilidad de seleccionar tres mapping para el motor, evidencian el gran interés de KTM porque esta moto goce de suficientes argumentos para convencer a un público que verá en su estética y precio otros importantes valores a la hora de decidirse por su compra.

Pero una cosa es la teoría y otra bien distinta la práctica, por eso acudimos a la presentación en Jerez de la Frontera donde KTM había preparado casi 200 km de ruta en plan friturita variada de asfalto: autovía, carretera convencional y puertos de montaña. Con tanta diversidad, la Duke 690 tuvo que demostrar sus capacidades dinámicas, y lo hizo todo rayando a un gran nivel, destacando por encima de todo el motor, en perfecta sintonía con la parte ciclo. Pero vamos por partes:

presentacion-ktm-duke-690-accion2Autovía: casi 200 km/h

Como en toda naked, sufrimos si el trayecto se alarga mucho debido a una ausencia prácticamente total de protección frontal. Y aunque la Duke 690 dispone de unas aletas que prolongan el depósito hacia delante, seguimos padeciendo el azote de la corriente frontal. Lo bueno es que la postura es cómoda y si la velocidad no es muy alta, podemos circular un buen rato por autopista sin problemas. Sorprende de lo que es capaz este motor de un solo cilindro, pues con una larga recta por delante, decidimos exprimirlo al máximo: llegué a ver 195 km/h en el cuentakilómetros digital (que suele “mentir” menos que un analógico). Y es que la combinación de 70 CV con un peso de 150 kg, hace de esta moto una pequeña bala. Eso sí, a esa velocidad olvídate de lo que pasa detrás porque las vibraciones en los espejos hacen que todo se vea muy borroso. Y esto no quiere decir que el motor vibre excesivamente, puesto que KTM ha cuidado este importante aspecto, tratando de reducir las vibraciones al mínimo. Para eso se han utilizado en el motor cojinetes de agujas que sustituyen a los cojinetes lisos en busca de una mayor eficiencia. Los nuevos rodamientos también intervienen en este rendimiento más eficaz que ha logrado tres cosas: menos vibraciones, menor consumo (entre un 8-10% menos) e intervalos de mantenimiento cada 10.000 km. presentacion-ktm-duke-690-accion1

También se ha dulcificado la entrega de potencia y se le ha dotado de más bajos, algo de lo que adolecía el motor antes. Y es que a todos estos cambios que comentamos contribuye el doble encendido gracias a dos bujías que además tienen diferente mapping para cada una, lo que se traduce en una combustión más eficiente. De hecho, este motor está preparado para afrontar las normativas anticontaminación Euro4 y Euro5.

Carretera de montaña: adictiva

La Duke 690 se destapa como una insaciable devoradora de curvas aprovechando su ligereza y agilidad, con el motor como el complemento ideal que te catapulta de una curva a otra sin dar cuartel a una parte ciclo que está al nivel del temperamental propulsor LC4, el mismo que montaba la anterior Duke 690 R. Sorprende la inmediatez con la que el par hace acto de presencia a la más mínima insinuación del acelerador. Lo cierto es que el sistema sin cable, desarrollado junto a Keihin, funciona de forma impecable. Por eso enroscarlo a fondo significa salir literalmente disparado y si lo hacemos al salir de la curva, seguramente la rueda trasera deslice antes de decidir seguir fielmente la trayectoria que marca la delantera...bendiciones monocilíndicas.

A la hora de exprimirla a tope en este complicado terreno pone de manifiesto la precisión y facilidad con la que entra en las curvas, sirviéndose de unas suspensiones bien puestas a punto y de unas geometrías diría que perfectas para este escenario. Eso sí, a muy alta velocidad en curvas amplias, el aplomo no es tan rotundo pero aún así sigue sorprendiendo lo bien asentada que va ¿Será por sus 1.466 mm de distancia entre ejes? Puede que esto sea una de las claves.

Y ahora que ya nos hemos “calentado” y puesto un poco borricos, se agradecen dos cosas: el ABS así como el embrague antirrebote. Estos dos ingredientes son toda una garantía cuando no hemos hecho las cosas como es debido y nuestro temperamento unido al de la moto, superan nuestras habilidades en algún momento. El sistema ABS de Bosch es el mismo que monta la KTM 990 SMT ABS y se caracteriza por su deportividad (pequeño tamaño y ligereza) ya que el delantero no entra hasta que las cosas se ponen realmente feas, es todo lo contrario a intrusivo. Como en todas las motos, el trasero entra con más facilidad pero también deja hacer hasta que bloqueamos. Si a esto unimos una pinza delantera Brembo de anclaje radial con buen tacto y potencia, tenemos una frenada que aprueba con buena nota.

Esto muestra bien a las claras el carácter deportivo de esta naked que con el embrague APTC antirrebote redondea el pack de ayudas a la conducción, puesto que podemos abusar del cambio en deceleraciones muy bruscas sin miedo al bloquee de la rueda trasera, lo que resultaría muy delicado. El cambio es el mismo de la versión anterior y aunque funciona correctamente, a veces no se mostró del todo preciso, pues en ocasiones las marchas saltaban.

Carretera convencional: rápida y precisa

Pudimos disfrutar durante un buen número de kilómetros por carretera de buen asfalto, despejada y repleta de curvas donde intentar "sacar los colores" a lo que los anglosajones llaman el package, es decir, el conjunto. Y lo cierto es que también salió airosa esta pequeña y revoltosa Duke 690. En principio, su compacto tamaño puede parecer un handicap en este terreno pero la  robustez del chasis, un reparto de pesos anunciado de 50/50 y el tarado de las suspensiones que la hace ir muy asentada, permiten mantener ritmos realmente fuertes. Y es que el motor tiene un excelente empuje en toda la gama de revoluciones y llama la atención su capacidad de recuperación. Si el consumo está en torno a unos 4 litros a los 100 km, tal y como nos aseguraron los responsables de la marca, estamos ante un propulsor súperdotado.

Carácter polivalente

Otro de los bueno argumentos del motor es la capacidad para modificar su carácter, pues dispone de tres modos diferentes de funcionamiento que no modifican la potencia pero sí la forma en la que llega al puño acelerador. Puede funcionar en modo urbano, normal y deportivo, con una entrega que va de menos a más radical, tú eliges cómo quieres ir por la vida. Lo curioso es el sistema para poder regularlo y es que no está en una piña para poder manejarlo mediente un botón. Parece ser que hubiese sido muy costoso y seguramente repercutiría en el precio de la moto. Así que para poder hacerlo hay que levantar el asiento del pasajero, donde hay una rueda numerada y la regulamos para seleccionar el modo de conducción más apropiado a nuestro estado de ánimo o al del asfalto. Un acceso muy poco práctico pero efectivo al fin y al cabo.

Cómoda

Otro de los objetivos de KTM con esta nueva Duke era hacerla más cómoda y amable con sus ocupantes. Para ello se ha rebajado la altura del asiento hasta 835 mm y además se ofrece como elemento opcional uno más bajo todavía, de 800 mm. Es un claro guiño al público femenino. El manillar ancho y plano, además de proporcionar un excelente control en curva, hace que los brazos descansen cómodamente. El asiento también contribuye al confort, con un buen mullido aunque no deja mucha libertad de movimientos. Las efectivas suspensiones en carretera, dan la impresión de ser un poco duras para un uso civilizado pero esto habrá que corroborarlo cuando dispongamos de ella para una prueba a fondo.

Calidad a buen precio

Marchesini, Brembo, WP...son algunas de la marcas que suministran los componentes que equipan la Duke 690. Si a esto sumamos toda la electrónica que hemos comentado o el sistema ABS desconectable, estamos frente a una moto que con un precio de 7.389 € nos parece muy razonable y hasta atractiva. Sí, sólo dispone de un cilindro pero ¡qué cilindro!. El motor es un auténtico portento, créeme. Por mi parte, estoy deseando volver a montarme en una para sembrar un poco el pánico en Madrid y alrededores.