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La verdad es que Lorenzo había tenido unos entrenamientos prometedores y una clasificación que hacían augurar “guerra” por parte del mallorquín para lograr la victoria, pero todo se desvaneció pasadas las primeras vueltas de carrera. Jorge salió muy bien, superando a Pedrosa por fuera en la arrancada y colocándose líder en las primeras vueltas, pero a diferencia de la que venía siendo su mejor jugada años atrás, el de Yamaha no consiguió despegarse de los perseguidores y hacer una carrera en solitario de las que tanto le gustan. Se vio perseguido, superado y finalmente incapaz incluso de mantener el ritmo de las Honda de Márquez o Pedrosa y de su propio compañero de equipo, Valentino Rossi, que fue el primero de los tres en rebasarle.
Además del problema de la falta de eficacia en las carreras de grupo, como él mismo confiesa, el piloto balear cree que hay puntos que podrían mejorar en su Yamaha, o mejor dicho en sus neumáticos: "La moto ha funcionado bien en frenada pero en las dos últimas curvas, donde estábamos muy fuertes el año pasado, este año no lo estábamos. He empezado a perder agarre en aceleración y cuando he seguido a Dani era imposible quedarme con él, sólo podía recuperar en algunas curvas. Ha sido una lástima, con menos problemas en la aceleración hubiera sido una gran oportunidad de ganar. En frenada hemos sido fuertes, pero por desgracia perdíamos terreno en las últimas curvas, así que no podía hacer más".
Tras esta carrera Jorge Lorenzo se mantiene en cuarta posición de la clasificación general del Campeonato de MotoGP con 78 puntos, 34 por detrás del tercero que es Dani Pedrosa.
Fuente: MotoGP.com
