La Ténéré 700 se ha convertido en la referencia dentro del segmento de las trail de media cilindrada enfocadas al off-road más cañero. Es una moto exitosa en ventas gracias a sus cualidades en campo y a su simplicidad mecánica. Desde su lanzamiento en 2019, Yamaha ha ido introduciendo algunas versiones y cambios en las decoraciones. En 2024, nos encontramos con cuatro variantes: la Ténéré 700 World Raid, con depósito grande y orientada a los grandes viajeros, la Ténéré 700 básica y las dos últimas en llegar, que son la Ténéré 700 Explore y la Ténéré 700 Extreme, nuestras protagonistas que hemos ido a probar a Barcelona en su presentación nacional a la prensa.
Lo que pretende la marca japones con estas dos nuevas versiones es llegar a un mayor número de usuarios sin tocar en exceso el concepto original para no perder atractivo. Con la Explore, Yamaha pretende ganarse a esos traileros de asfalto que no dudan en meterse por caminos de vez en cuando; mientras que con la Extreme se busca seducir a los traileros más cañeros que requieren de unas suspensiones “top” para meterse en líos cada fin de semana. Vamos a repasar brevemente qué apartados se han trabajado en cada una de las versiones, aunque tenéis la descripción técnica de cada modelo en sus respectivas fichas.
Suspensiones y algo más
Las suspensiones son los elementos que más diferencias ofrecen respecto de la versión estándar. Tiene sentido, son, junto con los neumáticos, los que determinan en gran medida su comportamiento dentro y fuera del asfalto.
En el caso de la Ténéré 700 Explore, Yamaha ha reducido el recorrido de la amortiguación en 20 mm, quedando la horquilla con 190 mm y el amortiguador trasero con 180 mm. Los ajustes también se han modificado -más enfocado al asfalto. y se mantienen unos componentes totalmente ajustables tanto delante como detrás. Esto hace que la altura del asiento se vea igualmente rebajada -860 mm-, con lo que se llega mejor al suelo, que era una de las principales quejas de los usuarios con menor estatura. Cobra todo el sentido en una moto dirigida a las rutas por carretera, a la que también se le ha añadido un cambio rápido sólo de subida, una pantalla parabrisas más amplia y unos soportes para las maletas, a la que se le pueden acoplar tanto unas rígidas como unas blandas que se venden por separado.
Por su parte, la Ténéré 700 Extreme incrementa el recorrido de sus suspensiones en 20 mm respecto de la estándar, lo que supone 40 mm más que en la Explore. En total, 220 mm de recorrido en el amortiguador y 230 mm en una horquilla que además recibe un tratamiento antifricción para mejorar su respuesta. Además, se ha añadido un asiento rally más elevado que está colocado a 910 mm de altura, por lo que convierte a este modelo en una montura poco apta para pilotos de corta estatura. Otros elementos exclusivos de esta Extreme son el guardabarros delantero elevado, mucho más eficaz en días de mucho barro, unas estriberas de mayor superficie y sin goma, el protector del radiador, un guiacadenas de diferente diseño y un modo de visualización extra para la instrumentación tipo roadbook.
Tras haber repasado los datos, lo que importa son las sensaciones que transmiten cada una de ellas, para lo cual Yamaha nos ha citado en Barcelona para desarrollar un intenso día de pruebas con ambas versiones.
En carretera con la Ténéré 700 Explore
Antes de ponerme en marcha con la versión más asfáltica, os cuento que se nota la menor altura al suelo de su asiento. Con mi 1,65 m de altura llego a apoyar los dos pies en el suelo. Este apartado me parece interesante no sólo para los usuarios de menor talla como yo, también para aquellos más altos que hacen mucho uso en ciudad o llevan pasajero y requieren echar los pies al suelo con seguridad.
Una vez en marcha, no se aprecian diferencias con la versión normal en cuanto a la posición de conducción. Se lleva una postura muy erguida, como de moto de enduro, y asiento duro, que termina pasando factura con el paso de los kilómetros. El asiento confort opcional que ofrece Yamaha es casi imprescindible para hacer rutas largas, aunque eleva su altura y perdemos parte del beneficio de esta versión más bajita.
Lo que sí le ha sentado muy bien es la pantalla parabrisas de mayor tamaño, más alta y más ancha que la estándar, lo que hace nos proteja muy bien incluso a ritmo de autopista. Además, no genera turbulencias incluso usando un casco tipo adventure con visera.
Tras esta pantalla tenemos una instrumentación con dos modos de visualización y que ofrece los datos de forma clara. También me gusta el tacto de las piñas, aunque tiene una ruleta para cambiar los datos, como los parciales y demás, cuyo manejo con guantes es un poco más complicado. La maneta del freno es regulable, pero no la del embrague, que además es duro de accionar.
Las maletas son totalmente necesarias para viajar, y para ello Yamaha ha preparado un par de juegos: unas textiles que creo que se ajustan más a la estética de la moto, aunque no tienen cerradura; y unas rígidas, que resultan más seguras en caso de dejar la moto fuera de la vista. Los herrajes no me convencen estéticamente cuando no llevas las maletas puestas.
Ya metiéndome en el funcionamiento de la moto, decir que la reducción del recorrido le ha sentado muy bien a la Tenere 700, pues hace que se aprecien en menor medida las transiciones de peso al frenar y al acelerar. Además, se han modificado los ajustes internos para conseguir una respuesta más confortable. Para una conducción más deportiva igual hay quien prefiere algo más firme, pero creo que es apropiado para una moto orientada a los viajes más que a la deportividad. Otra cosa es cuando nos metamos en campo, pero eso lo veremos luego. Pero en carreteras reviradas, la moto se mueve de lujo. Tengo que comentaros que la Tenere monta de origen unos neumáticos Pirelli Scorpion Rally STR, pero en esta ocasión va calzada unos Dunlop Trailmax Raid, que no había probado hasta ahora. Me están sorprendiendo porque además de un buen agarre, no vibran y no son nada ruidosos. Es una pena que no vaya a poder probarlos en mojado, porque ya digo que me están gustando mucho, dan mucha sensación de seguridad.
El motor de la Tenere 700 Explore no plantea cambio alguno con la estándar. Ya conocemos de sobra las sensaciones de este dos cilindros que Yamaha está explotando al máximo, pues son unos cuantos modelos los que lo utilizan. Me gusta porque con sólo 73 CV de potencia ofrece muy buenas sensaciones, sube rápido de vueltas pero es muy fácil de conducir. Eso sí, no tiene ningún tipo de ayudas, como control de tracción o modos de conducción. Lo que sí incorpora esta versión es un quickshifter para subir de marchas pero no para reducir. El cambio es preciso, pero ojo al reducir porque tampoco tenemos un embrague antirrebote. Es cierto que muchos de los clientes de la Yamaha lo que aprecian es la sencillez mecánica, pero creo que le vendría muy bien incorporarlo en próximas versiones.
Lo que sí es posible regular es el ABS, con tres opciones: ABS en las dos ruedas, ABS delante y sin ABS, que es sólo para campo y que es lo que nos toca ahora probar.
En campo con la Ténéré 700 Explore
Efectivamente, aunque Yamaha ha desarrollado esta Explore para los usuarios que sobre todo ruedan por carretera, lo cierto es que esta moto pide campo. Ya he desconectado el ABS, se hace mediante el menú y hay que tener la moto en punto muerto. Debajo de la instrumentación tenemos un botón para activar el ABS por completo, pero hay que hacerlo en parado. Indicar que si paramos el motor con el interruptor de la derecha, incluso sin desconectarlo con la llave, también se activa el ABS totalmente. No me ha gustado porque es un rollo estar activándolo cada vez que se para en un sitio, en este caso es mejor calar el motor.
Nos han metido por unos caminos rotos para sacar todo el partido a esta Explore. No he modificado el ajuste de las suspensiones y tampoco hemos bajado la presión de las ruedas. Por cierto, los neumáticos Dunlop también tienen un buen agarre en campo. Como me imaginaba, el ajuste más blando de las suspensiones hace que hagamos topes tanto delante como detrás en cuanto subes el ritmo. Es el precio a pagar por orientarla más al asfalto, pero aún así se puede ir muy rápido. También debéis tener en cuenta la menor altura libre, ojo en algunos pasos complicados.
Me gusta la frenada, se dosifica muy bien y eso que llevo desconectado por completo el ABS. Indicar, que cuando sólo se desconecta el ABS trasero, el delantero tiene el mismo grado de intromisión -no hay ABS modo off-road-, por lo que en campo, aún siendo pistas sencillas, recomiendo desconectarlo de ambas ruedas. Sólo dejaría el ABS delante en pistas muy duras con grava resbaladiza.
En definitiva, creo que esta moto es mucho más lógica que la estándar para los usuarios que hacen turismo por carreteras de segundo y tercer orden, y que no se complican la vida en el campo, ya sea porque van por pistas sencillas o bien a un ritmo tranquilo.
Prueba Ténéré 700 Extreme
Tras tomar un pequeño respiro y sacudirnos el polvo de los caminos, nos trasladamos al espectacular trazado de MX Golf Park, un marco ideal en donde se combinan partes del propio circuito con los senderos y caminos que lo rodean. Me hubiera gustado usar la moto en carretera también, pero todo el test de la más cañera de las Ténéré se iba a realizar en un recorrido muy revirado y endurero, exigente para motos y pilotos.
Como era de esperar, subirse a la Extreme requiere cierta práctica para los pilotos de menor altura. Su asiento está situado a 910 mm del suelo y la moto es más ancha que una de enduro, por lo que, en mi caso, llego con un solo pie y sin apoyarlo por completo. Además, la pata de cabra no tiene ningún saliente que ayude a ponerla o quitarla cuando estás sentado, por lo que en más de una ocasión me vi obligado a quitar la pata lateral y subirme a la moto en marcha. Pero es lo que tiene una moto enfocada al off-road que requiere de una altura mínima al suelo generosa y unas suspensiones de mayor recorrido.
Y es por este aspecto por el que quiero comenzar. En Yamaha han visto que sus clientes más cañeros acudían a preparadores de suspensiones para mejorar las prestaciones de sus Ténéré fuera del asfalto, de ahí que la primera y principal mejora en la Extreme haya recaído en este apartado. El resultado se nota en cuanto afrontas un par de saltos e incrementas el ritmo en una zona muy rota. No es que sea más complicado hacer topes, es que la respuesta no tiene nada que ver. La horquilla, sobre todo, responde con mucha suavidad, con un primer recorrido más blando para sortear las irregularidades menos profundas, y una segunda parte del recorrido más duro pero con una transición muy progresiva para aterrizar con suavidad en los saltos. En las frenadas, la rueda delantera apoya con firmeza y se siente mucho control en ese sentido. El amortiguador trasero responde con solvencia en los saltos y se mantiene firme al suelo cuando toca abrir gas sobre una superficie muy rota. Además, ambos componentes son totalmente regulables.
Aún así, hay que tener en cuenta que estamos con una trail bicilíndrica y el peso se nota a la hora de afrontar los giros más cerrados. No obstante, hay dos mejoras en esta Ténéré 700 Extreme que son muy bien recibidos. Por un lado, el ya comentado asiento alto hace que nos podamos mover con total libertad sobre él para ir cambiando los pesos y la postura encima de la moto. Y, por otro, las estriberas más anchas que también facilitan los apoyos, además de resultar más descansadas cuando se va de pie en tramos más rápidos. El guardabarros alto no tiene relevancia alguna en terreno seco, pero los que os habéis metido en grandes "fregados" en barro sabéis de las ventajas que aporta. Estéticamente, además, le da un aire más campero aunque no me gusta cómo queda la parte trasera del mismo, aunque es importante de cara a proteger la parte baja del motor y el radiador, que a su vez recibe, como indicaba al principio, un protector específico.
El último detalle es la opción de visualizar la instrumentación con un modo off-road, que simula el "ICO" del roadbook y que se puede ir reseteando con la botonera. Es una opción muy útil para pruebas que requieran de un roadbook.
Conclusión, opinión y precio
Yamaha revolucionó el segmento del trail más cañero con su Ténéré 700 y que ahora pretende ganar más adeptos. Me parecen muy lógicos los cambios introducidos en la Explore, ahora ya sí que es una moto más lógica para usarla a diario y para viajes por carretera y pistas. Le sigue faltando un asiento más cómodo y algo de electrónica. Se agradece el Quickshifter, pero puestos a pedir ya podría ser también de bajada. Y, en una moto pensada para circular casi siempre en asfalto, creo que debería montar un embrague antirrebote y, en menor medida, un control de tracción. Su precio, aunque sigue siendo interesante -11.799 euros-, se sitúa en un escalón que requiere de estas ayudas a la conducción. Por otro lado, me gustan las dos opciones de maletas ofrecidas los soportes que incluye de serie, que satisface las preferencias de gran parte de usuarios.
En cuanto a la Ténéré 700 Extreme, echo de menos, como en su hermana, una electrónica algo más desarrollada. Muy bien el poder configurar el ABS en tres modos -también lo permite la Explore-, pero creo que la Extreme demanda un ABS delantero con menos intromisión cuando se desconecta el trasero y que no se vuelva a conectar el sistema con el interruptor de pare. Su precio, 11.899 euros, es uno de sus grandes atractivos si tenemos en cuenta la calidad de sus suspensiones y prestaciones del motor.