Un motor de cuatro cilindros y tan solo 250 cc, capaz de subir endiabladamente hasta las 17.000 vueltas, son los responsables de que la Ninja ZX-25R se esté convirtiendo en la deportiva de gama media del momento. Un modelo dirigido en exclusiva al mercado asiático, de donde nos llegan estas “abrasadoras” imágenes, mientras nosotros nos conformamos con la más modesta Ninja 400 con la que Kawasaki defiende el título en WorldSSP300.
La Kawasaki Ninja ZX-25R es una superdeportiva concebida al más puro estilo de las motos de los ‘90. Sin tener mucho en cuenta los elevados costes de producción y a imagen y semejanza de la más puntera SBK del fabricante. Ya lo hicieron en 1988 con la ZXR250 -réplica a escala de la icónica ZXR750- y ahora le ha tocado el turno a esta revolucionaria ZX-25R, que mira de reojo a la pentacampeona ZX-10R intentando asemejarse a esta todo lo posible.
Además de presumir de su furibundo “tetra”, en una categoría donde los motores de 2 cilindros son mayoría, introduce soluciones insólitas en motos del mismo segmento como el embrague anti-rebote, control de tracción (KTRC), quickshifter (KQS) y dos modos de conducción (full / low). Sobrados argumentos para justificar las aspiraciones racing de esta superbike a pequeña escala. Por algo ha sido la moto elegida para una futura copa mono marca, que arrancará en 2021 en Japón, dirigida a jóvenes talentos.
Una moto a la que tuvo ocasión de subirse el mismísimo Jonathan Rea durante los test invernales de WorldSBK, para exprimir todo el potencial de este pequeño cohete mientras hacía aullar su pequeño propulsor en el Circuito de Jerez-Ángel Nieto. Y de la que regularmente nos llegan noticias a través de la división indonesia de Kawasaki. Inmersa en la preparación de una unidad para las futuras series, en su último video nos proponen deleitarnos con los petardeos y llamaradas que salen del escape Yoshimura que han montado en una de las unidades de competición, vestida de arriba a abajo de fibra de carbono… ¡No hay duda de que la moto promete!
Una sorprendente “dos y medio” que nos recuerda el actual resurgimiento de un segmento hasta hace poco copado por exclusivos modelos de 1000 cc, pero en el que los fabricantes están volviendo a crear cantera a través de motos de media cilindrada, más asequibles y accesibles para usuarios con el carnet A2.