La fiebre desatada en el segmento de las superbikes de calle parece que ha acelerado los planes de Suzuki para que su buque insignia vuelva a la cúspide 30 años después de que la GSX-R750 creara una nueva dimensión en el universo de las motos deportivas.

Según la revista inglesa MCNews que ha tenido acceso a las patentes, la Suzuki GSX-RR de MotoGP va a tener gran influencia en la nueva "mil" de Suzuki y de hecho no es casualidad que el desarrollo de ambas motos estén más o menos coincidiendo en el tiempo.

Tal y como se ha puesto éste segmento, Suzuki necesita soprender con la nueva GSX-R1000 y si la últimas generaciones se han caracterizado por un logrado equilibrio entre un uso en circuito y carretera, parece que esta nueva generación apuesta por una moto radical y deportiva, alejada de este compromiso.

Una de las principales novedades es que usará un motor con distribución variable para convertirse en la única superbike actual que utiiza éste sistema. Las patentes confirman que no es una copia de los modelos de distribución variable de válvulas inventados por otras marcas, pero emplea un variador de fase y alzado en las válvulas de admisión, incorporando un árbol de admisión con múltiples perfiles de leva que se van modificando dinámicamente por medio de un sistema que los hace deslizarse lateralmente sobre el eje de levas, permitiendo actuar al motor en función de las rpm y de las reacciones del piloto, entregando la potencia y el par óptimos a lo largo del rango de revoluciones.

La potencia estará en torno a los 200 CV pero Suzuki no busca tanto un aumento salvaje de la caballería como una mayor eficiencia dinámica mediante una drástica reducción del peso para crear la moto más manejable de todas las superbikes de calle.

Por eso va a ser crucial el chasis que se espera sea derivado del que una la GSX-RR de MotoGP; las patentes muestran una doble viga muy estrecha para lograr un conjunto compacto.

La electrónica va a ser otro punto importante aunque parece que se va a buscar perseguir una mayor excelencia en la ingeniería que en la intervención electrónica, algo que además encarecería mucho el producto y Suzuki seguramente trate de ofrecer una moto con un precio por debajo de sus rivales, cuya última generación es simplemente prohibitiva, sobre todo hablando de las nuevas referencias, la Panigale 1299 y la Yamaha YZF-R1/M. Eso no quiere decir que no vaya a ofrecer diferentes modos de conducción, control de tracción y hasta ABS en curva pero probablemente prescindirán de suspensiones semi activas o el famoso IMU de Bosch con controles inerciales para implementar una electrónica prácticamente de MotoGP, algo que subiría notablemente el precio final

Y otro punto de alto interés será el diseño pero no nos caben muchas dudas acerca del paralelismo que seguirá con la GSX-RR de MotoGP, al fin y al cabo la moto que ha inspirado la nueva Suzuki GSX-R1000. Y por supuesto queda la incógnita de si Suzuki hará lo que la competencia, ofrecer una versión con mejores especificaciones orientada 100% a circuito. Seguiremos informando...