Uno de los aspectos más importantes en este T-Max 530 "Hypermodificado", es la rebaja del peso; 14 kilos menos frente al de serie hacen muy interesante esta preparación. Dos de las claves para logralo han estado en la sustitución del escape original por un ligero y precioso Akrapovic, y la nueva batería de competición, muy ligera y de litio.

También se han eliminado un montón de piezas que para el preparador eran superfluas y en muchas partes de la carrocería podemos ver paneles de carbono, completamente realizados ex-profeso.

El manillar parece de moto naked y los espejos anclados en los puños realzan este sensación y suponen un guiño a la estética café racer que remata con una gruesa línea blanca que recorre el escudo y el contraescudo. La pantalla original ha sido sustituida por otra más corta de apariencia más radical y “callejera”.

El color ha sido uno de los puntos clave porque Marcus Walz ha usado un azul muy especial, el mismo que utiliza un equipo de F1. Y es que el preparador alemán ya hizo una moto para el Campeón Mundial de F1, Sebastian Vettel y ha usado el mismo tono para combinarlo con el negro original y los paneles de carbono de alto brillo. El resultado es verdaderamente llamativo sin caer en horteras estridencias cromáticas.

Este T-Max 530 Hyper Modified es el primero de tres, pues Yamaha también ha encargado otras dos preparaciones al norteamericano Roland Sands y al francés Ludovic Lazareth; se avecinan dos espectaculares T-Max.
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