La combinación de trail y A2 es una apuesta ganadora hoy día, eso lo saben bien en Honda pues es un nicho que tienen bien cubierto con su CB500X, una moto polivalente aunque muy enfocada al asfalto. Pero los japoneses no se olvidan de esos que quieren algo más efectivo en el campo, y es ahí donde surge la figura de la CRF300L, acompañada de la versión Rally, inspirada en las motos oficiales de competición. Son las respectivas evoluciones de las CRF250L y CRF250 Rally, unos modelos surgidos en 2012 y que desde entonces han ido incorporando pequeñas mejoras. Pero en 2021 se han actualizado por completo con un nuevo motor y una nueva parte ciclo con la que se mejoran las prestaciones de ambos modelos.
El principal cambio es el nuevo motor de 286 cc -antes 249 cc-, por supuesto Euro5, que alcanza una potencia de casi 27 CV a 8.500 rpm y un par de 26,6 Nm a 6.500 rpm. No hablamos únicamente de un incremento en la carrera, también se ha añadido una nueva distribución del árbol de levas de admisión y se han mejorado los sistemas de alimentación de aire y el escape. Las cinco primeras marchas se han acortado, la sexta se ha alargado y el embrague asistido cuenta con sistema antirrebote.
También se ha rediseñado su chasis de acero, más ligero, al igual que el basculante de aluminio y que contribuyen al aligeramiento del conjunto en algo más de 4 kg. Las geometrías se han revisado para ajustarlas a los cambios introducidos en el bastidor. Las suspensiones no han variado en cuanto a componentes, pero sí que cuentan con mayor recorrido, aumentando también la distancia libre al suelo. La CRF300L cuenta con 10 mm más delante y 20 mm más detrás; mientras que la Rally gana 10 mm delante.
La estética apenas ha variado en ambos modelos, aunque en el caso de la CRF300 Rally encontramos un depósito de combustible de 12,8 litros -2,7 litros más que antes-, un asiento más amplio y bajo que el de la anterior versión -885 mm-, manillar con contrapesos internos, estriberas con gomas e intermitentes de LED montados sobre soportes flexibles para evitar roturas. En cuanto a la CRF300L, su depósito también crece en capacidad -7,8 litros en vez de los 7 litros del anterior-, monta un asiento más estrecho y alto, y una instrumentación nueva. La ergonomía se ha revisado retrasando el manillar y cambiando la ubicación de las estriberas -mas bajas y retrasadas-.
De momento no se conoce su precio y habrá que esperar hasta principios de año para encontrarlas en los concesionarios oficiales.