Yamaha XSR900 GP 2024

Yamaha impacta en el corazón de los más nostálgicos con la XSR900 GP, una máquina que evoca épocas gloriosas del Campeonato del Mundo de Velocidad en las que las máquinas eran tan míticas como los pilotos. Y Yamaha es parte fundamental de aquel pasado icónico y ha decidido ofrecer a sus incondicionales una deportiva actual con toda la esencia de su inolvidable YZR500 que pasó por los mejores pilotos de la época.

Homenaje a toda una generación y en especial a Rainey

La combinación de colores en el carenado, el colín y el depósito hace referencia al periodo que se inició con la Yamaha YZR500 OW70 de 1983 que tuvo a los mandos a Kenny Roberts y Eddie Lawson, y cuya decoración con la misma esencia se extendió hasta la época de Wayne Rainey y John Kocinsky con la YZR OW-D3 a principios de los '90. Aunque el casco que se usa en el dossier de fotos emula el que llevaba Rainey en las temporadas '91 y '92, por lo que Yamaha centra el homenaje en el piloto americano, triple campeón del Mundo de 500cc. Cabe mencionar que los típicos dorsales negros con el fondo amarillo no eran sino una obligación del reglamento para todos los pilotos que competían en esa categoría hasta el año 1992.

Lo cierto es que la XSR900 GP también introduce detalles de las máquinas deportivas de producción FZR y TZR de finales de los 80 y principios de los 90, algo que se puede apreciar en el diseño de la óptica delantera o en el tirante superior del carenado que se sujeta mediante unas tuercas de forma idéntica a la utilizada en la TZ250 original.

Adaptaciones específicas

La forma ochentera del colín ya la pudimos ver en la última entrega pero la gran novedad y la sorpresa, más allá de la decoración, es la presencia de un carenado de época y unos semimanillares que le dan un aspecto de moto de Gran Premio total. Pero no solo eso, el hecho de dejar a la vista el chasis deltabox de aluminio pintado en color plata y el basculante del mismo material y con el mismo aspecto, también resultan claves en su espectacular filosofía estética. La estructura tubular que conecta el carenado al chasis y soportes rectos que sujetan el salpicadero es otro detalle imprescindible.

Por cierto Yamaha afirma que el diseño del carenado delantero de la XSR900 GP mejora tanto la aceleración como la velocidad máxima, mientras que los conductos de los paneles laterales descargan eficientemente el calor del radiador para maximizar el rendimiento del sistema de refrigeración; no solo es una cuestión de diseño sino también de eficiencia. Por esa razón se han reforzado en puntos clave tanto el chasis como el subchasis. 

La ergonomía ha cambiado por completo respecto a la XSR900 pero no se ha querido plantear una posición radical pues no es una moto de competición, aunque obviamente carga más peso sobre la rueda delantera, por eso los semimanillares plantean una postura lo más equlibrada posible entre comodidad y deportividad. Por eso el asiento también ha sido objeto de atención por parte de los diseñadores, dotándolo de mayor grosor en su mullido, y que además cuenta con el apoyo extra que le ofrece el colín cuadrado con un tope para fijar la posición a máxima velocidad.

Un motorazo como mejor aliado

El tres cilindros en línea de Yamaha, también denominado CP3, es uno los propulsores estrella de la categoría en términos de rendimiento y funcionamiento; lo hemos probado en numerosas ocasiones y lo tenemos más que claro. Se trata de un motor muy lleno en toda la banda de revoluciones con una pegada tremenda en el medio y alto régimen, y que a la vez funciona de forma suave y progresiva. 

Su potencia de 119 CV es perfecta para un gran espectro de usuarios, ya que cuenta con el suficiente potencial para personas con nivel de pilotaje pero resulta usable para esas otras con menos experiencia o que simplemente no requieren un uso deportivo de forma habitual. La potencia máxima la entrega a 10.000 vueltas y los 93 Nm de par a 7.000 revoluciones, lo que nos da una idea de la elasticidad de esta mecánica que cuenta con tres modos de conducción, Sport, Street y Rain más otros dos que podemos configurar totalmente a nuestro gusto: son ajustables en diferentes parámetros como la entrega de potencia y las diferentes ayudas a la conducción como pueden ser el ABS, el anticaballito, el control de traccción o le freno motor.

Retro pero muy actual

Por lo demás estamos ante una moto avanzada y actual tanto en los componentes de la parte ciclo, como en cuanto a la electrónica centrada en las ayudas a la conducción o la tecnología de última generación. 

Las suspensiones son Kayaba y la horquilla invertida delantera es totalmente regulable. El amortiguador posterior con sistema progresivo es ajustable en precarga. Los frenos están protagonizados por una bomba radial Brembo que actúa sobre pinzas de anclaje radial de rendimiento sobresaliente. Y no le falta quisckshifter bidireccional de tercera generación ni embrague antirrebote para una eficiente conducción deportiva. 

Aparte de los modos de conducción, es muy importante la presencia de una plataforma inercial IMU de sesis ejes (derivada de la R1) que controla todo el arsenal de ayudas a la conducción: el sistema de control de tracción (TCS) sensible a la inclinación, el sistema de control de deslizamiento (SCS), control de elevación de la rueda delantera (LIF) y sistema de control de frenos (BC). Esto quiere decir que estamos ante una moto eficaz dinámicamente y muy segura porque el ABS también tiene funcionamiento en curva.

Es muy destacable que para reafirmar su deportividad haga uso de los Bridgestone Battlax Hypersport S23, unos neumáticos que son la última evolución de un modelo destinado a motos con un marcado espíritu sport.

Nueva pantalla TFT y más funciones

En esa mezcla de lo retro y lo más actual, emplea una nueva pantalla TFT de cinco pulgadas para la instrumentación que además inluye un modo de visualización de estilo analógico tradicional, inspirado en las motos de competición a las que rinde homenaje. La conectividad del smartphone se incluye de serie en la XSR900 GP que permite la conexión en marcha al vincular el smartphone con la moto a través de la aplicación gratuita My Ride Link. 

Los nuevos interruptores en las piñas renovadas también buscan ofrecer una usabilidad de las funciones mejorada. Por ejemplo, para facilitar la navegación en entornos de carreteras muy transitadas, con un clic suave en el interruptor del indicador, las señales de los intermitentes parpadean tres veces para usarlas al cambiar de carril o cuando solo se requiere una breve indicación. Un clic completo del interruptor provoca un parpadeo continuo hasta que pasan 15 segundos o el vehículo ha recorrido más de 150 metros.

También incorpora el sistema de luces de frenada de emergencia que se activa ante una retención más brusca de lo habitual para avisar a los demás vehículos.

Todo esto nos sitúa ante la XSR900 más evolucionada desde que se lanzase en 2016 la primera versión y que combina como ninguna otra la esencia retro con la actitud más moderna en todos los órdenes. Yamaha también ha anunciado la existencia de una versión limitada para el carnet A2.